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Mark Lanegan — Somebody’s Knocking

8

Mark Lanegan
Somebody’s Knocking

Heavenly Recordings / 2019

Artista(s)

Mark Lanegan

Mark Lanegan, el hombre de la voz de muerto regresa con el álbum más alegre de su carrera.

Existen pocos cantantes con los que se disfrute tanto la tristeza como ocurre con Mark Lanegan. Lo que más lo distingue es su fantasmal voz que, en múltiples ocasiones, ha sido comparada con artistas del nivel de Tom Waits y Nick Cave. Pero además también destaca su prolífico ritmo de trabajo que incluye 35 años de carrera ininterrumpida. Para acrecentar su discografía ahora tiene listo su material más reciente.

Con una extensa carrera musical, el punto de partida de Lanegan fue como vocalista de The Screaming Trees. En su momento fue catalogada como una banda de grunge, aunque más por su lugar de procedencia que por su estilo. El cuarteto originario de una de las frías esquinas de Estados Unidos siempre se caracterizó por su sonido duro, directo e inclinado hacia la psicodelia.

Aunque el combo se separó en el 2000, desde varios años antes inició la carrera como solista de Mark. Con publicaciones constantes que se intercalan con infinitas colaboraciones con otros grupos como es el caso de Queens of the Stone Age, ahora llega su nuevo trabajo. Al igual que su lanzamiento anterior, el sello Heavenly Recordings es el encargado de publicarlo.

El primer adelanto que se mostró de Somebody’s Knocking fue “Stitch It Up”, el cual presenta un sonido fúrico. Con una estructura clásica de verso-coro-verso, lo que más sorprendió fue la incorporación de unos teclados. El resultado marcó un cambio con respecto a la tristeza y solemnidad que suele acompañar al cantante.

Pero ahora que se puede escuchar completo el álbum queda claro que existe un cambio de sonido. El acompañamiento de pistas electrónicas es permanente, lo que lleva a las canciones a nuevos niveles.

Al adentrarse en el trabajo se puede escuchar esta nueva faceta en “Night Flight To Kabul”. Los rasguidos a la guitarra se fusionan con el teclado para ofrecer un estilo que los fanáticos más puristas de Lanegan pueden tardar en asimilar. Es en “Dark Disco Jag” donde se hace más evidente la transformación que por momentos llega a coquetear con el gélido post punk. A su vez, “Gazing from the Shore” parece tener una conexión con el primer The Cure por el misterio y la oscuridad que existe en la atmósfera.

Aunque a pesar de todas las diferencias mencionadas, el estilo vocal de Mark siempre resalta en primer plano. Su característico tono nunca es opacado por algún instrumento, pero lo que sí se nota es la renovación constante.

Al final es probable que se trate del álbum más festivo en la carrera del cantante que ya rebasa el medio siglo de edad. Pero lo que deja en claro es que sin importar todos los elementos que se puedan agregar a una canción, su voz de muerto es muy difícil de opacar.