Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
7
Mute Records / 2019
Hay varias definiciones entre lo que hace un artista y un artesano. Pero una de las que más me gusta es que, el primero, es una persona que crea una experiencia con el propósito de exaltar nuestras emociones. Mientras que el segundo, sus creaciones pueden ser objetos funcionales pero que se vuelven únicos, ya que tienen pequeños detalles que los hacen irrepetibles.
El francés Anthony González, mejor conocido por su proyecto M83, es un artesano musical ya que durante las últimas dos décadas ha concebido piezas únicas con diferentes propósitos, desde canciones dream pop, bandas sonoras de películas y discos completamente acústicos. Su más reciente obra, DSVII (2019), entra en la última clasificación y de hecho es el “segundo volumen” del disco titulado Digital Shades Vol. I (2007).
Este nuevo material tiene una fuerte inspiración en los soundtracks de películas de fantasía y ciencia ficción de los 80, así como en los videojuegos de la época. Esto lo podemos notar de inmediato con “Hell Riders”, una pieza totalmente opuesta al título, ya que es una apertura como si estuviéramos siendo cargados a un mundo inhóspito que descubrimos en “A Bit of Sweetness”, que nos provoca alegría pero también una extraña melancolía. Un inicio que nos remonta inmediatamente a aquella épica banda sonora de La historia sin fin (1984), compuesta por Klaus Doldinger y Giorgio Moroder.
González durante casi una hora nos deleita con finas composiciones, cada una con sus particulares texturas y matices. Tenemos desde la suave y tenue “Colonies”, la cálida y tierna “Meet the Friends”, la hipnótica y aspiracional “Feelings”, así como la romántica “Jeux d'enfants”. Hay una gran variedad, lo cual hace cada quien pueda encontrar una canción en particular que le guste.
Súbitamente, nos encontramos con “Lune de fiel”, una de las mejores composiciones del material, cargada de emocionantes samples y pasajes que pueden enchinar la piel, así como “A Taste of the Dusk”, con una hermosa melodía y angelicales coros. Es difícil no recordar en ese momento el estilo de Disasterpeace, seudónimo del estadounidense Richard Vreeland, quien en esta década se volvió conocido por composiciones en videojuegos como Fez (2012) y cine como It Follows (2015).
La producción está realizada con sumo cuidado, teniendo suficientes detalles que nos incitan a escuchar cada pieza múltiples ocasiones para descubrir todos sus secretos. Ya hacia el final encontramos joyas como “Lunar Son” con una encantadora flauta transversal, “Mirage” con un desolador paisaje pero que a su vez nos cautiva, y “Taifun Glory”, con su un etéreo piano. Cada nueva escucha a DSVII es una diferente aventura, ya que al ser música acústica, deja gran parte de la interpretación a nuestro cerebro y estado de ánimo en ese momento.
DSVII es un excelente disco para aquellos que sean fans de M83 así como de las bases sobre las que se inspira (música de cine y videojuegos), convirtiéndolo en un álbum con mucha profundidad y para escuchar múltiples veces.