8
RCA Records / 2018
04/Jul/2018
Desde sus inicios Lykke Li se ha caracterizado por sus letras llenas de temáticas tristes en las que el dream pop era su carta fuerte, pero parece que dio un giro bastante arriesgado al lanzar So Sad So Sexy con sonidos que no le quedaron tan mal.
El cambio de disquera —de Warner a RCA (Sony)— parece que fue una buena idea para poder hacer un disco más abierto y rítmico ya que en este material podemos encontrar más influencias de R&B y la separación de su productor de cabecera Björn Yttling sustituyéndolo con personajes como Rostam, Malay, Skrillex y T- Minus, quienes buscaron darle ese toque melancólico, pero rítmico.
Los primeros tracks "hard rain" y "deep end" toman como base una historia loca y apasionada que contienen un cumulo de emociones. En la primera canción habla sobre la importancia de luchar por lo que uno quiere, mientras que en la segunda, Lykke Li busca que luchen por ella y saber si el sentimiento es verdadero, todo esto a ritmo de R&B.
La única colaboración del material es con Aminé en "Two Nights", en el que la sueca ahora se preocupa por su compañero y cuestiona su fidelidad. A lo largo de los casi tres minutos y medio de duración escuchamos una especie de balada que busca explotar entre el estribillo y el coro, pero no es hasta la intervención del rapero que el trap es una respuesta a los cuestionamientos.
Al paso del LP podemos ver el proceso de una relación que va desde el encuentro entre las almas, hasta el abandono o al menos eso refleja "last piece" en el que la también ex-integrante de LIV pide que no le destrocen completamente el corazón para que la recuperación no sea tan drástica.
Siguiendo con la montaña rusa de emociones se cuelan "sex money feelings die" y "so sad so sexy", tema que le da nombre a la placa y que nos habla sobre la ruptura que no siempre se da en buenos términos, o sea, las que te dejan marcado.
Ya cerca de la parte final del material, la resignación se hace presente en "better alone" y "bad woman", que en general dice que la soledad a veces no sienta bien y en la otra canción toma parte de su papel en la relación mencionando que cometió algunos errores, pero que para no estar mal eviten el distanciamiento.
Luego de mostrar un vaivén de sentimientos el cierre es "utopia", tema con el que Lykke Li dice de manera tranquila "ok, no terminemos y hagamos una relación utópica en el que estemos enamorados para siempre".
Tal parece que la también compositora de 31 años busca crecer en la música (a nivel comercial) y tomó un riesgo bastante alto que dista mucho de lo que fue I Never Learn, su último material con Warner. Esperemos que la frase "el que arriesga no gana" sea aplicable en esta talentosa cantante.
10
Third Worlds / 2018
03/Jul/2018
Que tal querido lector ¿Usted recuerda cuando fue la última vez que un álbum literalmente le voló la cabeza?
Yo le puedo responder con precisión que fue esta misma semana cuando Year of the Snitch salió de forma integral en las distintas plataformas de streaming, y si bien es cierto que para el día del lanzamiento del álbum la tercera parte del mismo ya había sido lanzada como sencillos y videos, es enormemente grato escuchar que Stefan, Zach y Andy aun contemplan una concepción de álbum como un ente compuesto de varios elementos, pero sin perder nunca la cohesión que solo se logra al escuchar en un orden especifico cierto grupo de canciones.
Y no me malinterpreten el disco tiene temas que funcionan perfectamente por si solos como "Black Paint" –la preferida de quien esto escribe y una nueva adición a mi top ten personal de canciones favoritas– es reconfortante darse cuenta que en sus casi ocho años de existencia la banda no ha perdido ni un ápice de actitud, canciones como la antes mencionada, como "Hahaha" o como "Dilemma" nos muestran que la banda sigue logrando una excelente amalgama entre noise, hip hop, rap, metal y techno de tianguis logrando con la mezcla de todos elementos entregar grandes temas.
El álbum no tiene desperdicio alguno, desde que abre con "Death Grips is Online" hasta los últimos gritos de "Disappointed" 37 minutos después, uno va sintiendo esa sensación de golpeteo cerebral que solo las bandas con 100% de actitud logran aplicar.
A pesar de que el grupo no suela contarlos dentro de sus influencias escuchar la música de Death Grips y ver sus presentaciones en vivo suele recordar la forma de trabajo que utilizaba The Mars Volta, es decir escribir y grabar álbum basándose en largas sesiones de jameo (improvisación) donde se estructuraban las ideas para después al momento de salir de gira, el mood, la intensidad, y hasta la forma de las canciones podían cambiar dependiendo de la presentación y probablemente hasta del estado de animo de Stefan y compañía, no teniendo esto por que ser malo, ya que al funcionar así, si bien tal vez te quedes con las ganas de escuchar alguna de tus canciones favoritas tal cual como se escucha en el disco, es un hecho que te llevarás en el recuerdo un performance que solo tú y los que estuvieron en esa presentación atestiguaron y ese tipo de souvenirs querido lector no cualquier banda los ofrece.
Death Grips es una banda muy prolífica por lo que en apenas ocho años han sacado 8 LPs además de otros materiales como mix tapes, sencillos y remixes tanto propios como para otros artistas siendo probablemente la más importante Björk, quien además es una de las figuras musicales que en definitiva han apoyado a que la carrera de la banda haya crecido internacionalmente como lo ha hecho hasta el momento.
En pocas palabras si alguien les pregunta a que suena Death Grips y en especial Year of the Snitch, yo contestaría que a una reconfortante sensación de haber estado golpeándote con alguien durante 37 minutos para después levantar tus cosas y alejarte sonriendo y jadeando al mismo tiempo.
Por muy extraño que parezca.
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