Lucy Rose
Something’s Changing

Un viaje para convertirse en estrella: Lucy Rose.

En una era en la que el internet es nuestro mayor enemigo, con transmisiones en vivo para compartir actividades, con maneras de burlarnos de nuestros penosos presentes y redes sociales que, si se utilizan sabiamente, pueden hacernos crecer profesionalmente; así, como si de una mentira se tratara, nació el tercer LP de la cantante británica Lucy Rose, titulado Something’s Changing, que se inspiró en el viaje que la artista hizo, a petición de sus fans sudamericanos, a la parte baja de América y México en Centroamérica.

Something’s Changing está disponible en YouTube y le da nombre al álbum; en él, se muestra a Rose en compañía de su esposo, su guitarra y la cámara que documentó la aventura. La idea de este viaje de dos meses, comenzó cuando la cantante folk notó una presencia bastante importante de fans americanos que le pedían a gritos que visitara nuestro continente; fue así cuando, en una convocatoria abierta hacia sus fanáticos, anunció que viajaría y tocaría gratis con la única premisa de recibir su ayuda en la tediosa logística de buscar alojamiento y de reservar los venues donde se presentaría.

El álbum contiene 11 tracks que se mantienen en el clásico indie folk de Rose, sin tantas variantes; canciones como “Is This Called Home” y la rebelde del compilado “Find Myself” son directas y muy claras en el mensaje; “Second Chance” y “Soak It Up” se rigen por un sonido muy antiguo de guitarra clásica y suenan un poco más a jazz; “Morai” y el sencillo exitoso “Floral Dresses” son baladas románticas inspiradoras y “Good At All” -que es la más antigua del listado-, es una canción llena de sentimentalismo.

El nombre del disco contiene lo necesario para hacer notar qué fue lo que vivió Lucy Rose durante su estadía en el continente americano. Aunque las canciones siguen siendo su estilo, no hay mucha proyección palpable en la melodía; se esperaría más influencia musical latinoamericana, al ser una zona tan rica en variantes musicales pero tal parece que el influjo se encuentra en la lírica.

Los 11 temas se grabaron con Tim Bidwell en solo tres semanas, el método que utilizaron fue en una sola toma, es decir, sin transiciones y eso, asegura Lucy Rose, le ayudó a ganar en confianza y a encontrar su propio ritmo. Aunque la historia detrás de este álbum es muy inspiradora, al final puede parecer trillada y casi circunstancial; a pesar de tener buena calidad musical, el disco no ha sido muy bien recibido por la crítica “por ser monótono y demasiado rústico”.