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Bella Union / 2017
La crisis de los 50 le llegó recientemente a Simon Raymonde después de divorciarse, de que le detectaran un tumor cerebral y de que, a consecuencia de esto, perdiera el sentido en el oído derecho. En cuanto a su carrera profesional, a pesar de liderar Bella Union —la disquera que nos trajo a artistas como John Grant, Father John Misty y Fleet Foxes— Raymonde no se sentía completamente satisfecho con su vida. Después de todo, en algún momento formó parte de una de las bandas más importantes de dream pop de los 80: Cocteau Twins.
A partir de su ruptura definitiva en 1997, Simon dejó de hacer música. Esporádicamente tocaba guitarra con Mercury Rev, pero habían pasado al menos 20 años sin que compusiera algo desde cero. Fue esta crisis la que lo hizo llamar a Richie Thomas —quien también tiene una historia musical al haber sido parte de los desaparecidos Dif Juz y The Jesus & Mary Chain— para formar una nueva banda llamada Lost Horizons.
El bagaje musical de ambos se ve reflejado en su álbum debut Ojalá. Con la simpleza heredada de los días de hacer música con los Cocteau Twins, la música de Lost Horizons no tiene una producción compleja. Simon compuso las canciones en menos de una semana y buscó a diferentes músicos para que le prestaran sus voces. Ghostpoet, Sharon Van Etten, Karen Peris, y Tim Smith de Midlake, son algunos de los artistas que aparecen entre las canciones de este material, logrando que cada una tenga una identidad propia.
A pesar de que cada canción es única entre sí, la temática del disco se inclina hacia un lado pesimista, quizá influenciado por la crisis que estaba experimentando Simon durante su composición. “Reckless”, por ejemplo, es un corte en donde Ghostpoet canta sobre un hombre que no logra cobrar sentido de su vida. Por otra parte, canciones como “The Places We’ve Been” tienen —muy al estilo de The Sundays— una melancolía inherente generada por la voz trémula de Karen Peris.
Cada quien lidia con la crisis de los 50 de manera distinta. Algunos compran carros caros, otros se van de viaje… Simon Raymonde y Richie Thomas regresaron a la vida despreocupada de adolescentes que tocaban en el sótano de sus casas y decidieron sacar un disco. Pero dentro de esta crisis adulta, la música de Lost Horizons deja un espacio para la esperanza. A pesar de todo, el mismo título del álbum hace referencia a la traducción árabe de “ojalá": dios quiera. Porque al final, todos estamos siempre en espera de algo mejor.