Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
8
Nacional Records / 2017
Durante el primer lustro de esta década, nació un frente en el norte del país que prometía acabar con la sequía musical a nivel nacional. Tenía fuerza, una extraña aura que parecía inquebrantable. Vanguardia, un matiz escaso en algunas de las nuevas producciones; y, un origen auténtico que combinaba el contexto con los sonidos propios de México. Muchos depositamos la esperanza en el ruidosón: la mezcla entre el folclor y los ritmos latinos. Entre techno y electrónica experimental; entre vibra oscura y deseo de bailar. Letras escritas con sangre, violencia y la vida cotidiana de Monterrey, Tijuana, Juárez y Mexicali.
Los Macuanos, Siete Catorce, María y José y, Santos aparecieron en festivales, en revistas, en diversos medios. Su nombre era valor y muchos queríamos estar deslumbrados por su fulgor… pero, no duró mucho. El movimiento que había iniciado como una broma y como resultado de diversos factores, se apagó poco a poco hasta languidecer.
¿Fue el “malinchismo” que tenemos hacia la música producida por mexicanos en México? ¿Fue el poco apoyo que recibieron? ¿Fue la falta de unión e integración entre este colectivo? ¿Cuál fue la causa de que este movimiento no prosperara? La respuesta es amplia y de múltiples caminos. No hay una sola razón. Mientras no comprendamos lo que sucedió, se repetirá y muchos talentos quedarán a la deriva.
Los Macuanos había prometido un lanzamiento a finales de 2015, para que justo coincidiera con la mitad del período del actual presidente de México. La entrega se titularía: La Derrota. Pero, algo sucedió y ese álbum no salió sino año y medio más tarde bajo el título de, Epilogo (y, con un integrante menos).
Sin Moisés Horta, Moises L. Castillo y Reuben T. Castillo recuperan mucho de lo producido para sus live shows y de su segundo Boiler Room en su nuevo material.
El álbum está integrado por nueve tracks, anclados en una temática que recoge lo político, lo económico y la inseguridad de una sociedad con tantas contradicciones como la mexicana. Este trabajo es una sola pieza que se mueve a través de esas nueve articulaciones unidas entre sí a partir de percusiones, atmósferas espesas, vibraciones electrónicas, ambientes de protesta social, disparos, sirenas de patrulla, helicópteros, switches, dopplers y swooshes.
Tensión prolongada por synths, se miran a sí mismos mientras pasan unos junto a otros, rozándose, pero no obstruyendo; empujados hacia una dirección, su destino, un clímax caótico. Se trata de una obra en tres actos: inicio, desarrollo y desenlace. Una gráfica de montaña rusa cuyo punto más alto lo tiene en la ya conocida "Soldado Sin Cara". Techno-industrial en caída libre; órganos macabros. Inmediatamente se abre la puerta hacia un habitación con un baile a tope, una fiebre nocturna de desenfreno y, un grito de guerra.
En "Tierra Baldía" encierran al escucha en un ambiente opresivo, cuasi siniestro, a partir de una locura de percusiones sin aparente ritmo que se transforma en pasajes dance. En "Los Miedos" ha de acercarse a una cumbia-rebajada de corte oscuro. En "El Precipicio", las vibraciones convulsionan mientras los synths cambian la dirección de la pista hacia un entorno incierto. Esta canción se dobla, dividiéndose en dos, como la punta de la lengua de una serpiente; después vuelve a ser una misma.
Al final, el Idm de "9 Ríos" deja la sensación de calma; ha sido inevitable recorrer esos pasajes oscuros, sólo así podemos comprender el escenario que se repite día tras día en una frontera acorralada por el narcotráfico y los grupos criminales. Una ola nostálgica cubre todo lo anterior, sin dejar rastro de qué pudo haber sucedido, sólo vemos los casquillos y, desaparece lentamente.
Epilogo no es un disco de protesta o denuncia; tampoco persigue un propósito particular. Es un álbum que sólo pudo haber sido hecho en México, un producto de la contradicción y la circunstancia, un artefacto que puede explotar en las manos, en el cuerpo o en el cerebro. Una granada electrónica. Ojalá sea este el regreso de una de las bandas más talentosas y originales que este país ha visto nacer desde hace 17 años.