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Phil H. Anselmo and The Illegals
Walk Through Exits Only
2013
Alguna vez Phil Anselmo, parte fundamental de la evolución del metal magic al thrash sureño de ese gran ensamble llamado Pantera, definió la música de su banda máter como "un tipo que te apuñala por la espalda"; ese espíritu de agresión ha quedado de manifiesto en la garganta y creatividad de "Phil Core" desde sus inicios, pasando por todos sus proyectos y colaboraciones. Siempre buscando mantenerse vigente, más allá de fama o reconocimiento, creando metal corrosivo, aquel que no necesita pirotecnia o gran producción para trascender.
Phil encontró en The Illegals el complemento perfecto para que la crítica a los medios y la música actual (It's ruined, everybody ruins music, not just me) y el espíritu de catarsis aliente a los conformistas a sacar su ira reprimida. Este disco es una gran lección de “ranteo”, más allá de publicar en Twitter tu molestia por el servicio deficiente de un restaurante en la Condesa.
Esto es resentimiento hecho acordes, quejas internas que se convierten en rasposos alaridos que dislocan las cuerdas vocales, las ganas de patear a tus superiores corruptos.
Musicalmente recuerda la era del álbum The Great Southern Trendkill, pero como bien sabemos y nos lamentamos, Pantera solo es el recuerdo de una banda irremplazable aunque exista en este proyecto cierto dejo de nostalgia. Hace poco, durante su actual gira, tocaron Walk, cumpliendo el último deseo de un niño con cáncer que se lució en la guitarra. Las comparaciones siempre van a existir, pero este material va más allá; es el puro estilo Anselmo que siempre busca renovarse, lo que sucede con mentes que nunca dejan de trabajar… y odiar.
Justo valor a los 3 músicos que participan en este proyecto, quienes actúan como cerbero rabioso controlado por el viejo Hades de Louisiana. Especial atención al talentoso guitarrista Marzi Montazeri y al baterista, también miembro de Warbeast, Joe Gonzalez, con quien Phil ya había trabajado en el split War of the Gargantuas.
Canciones cortas y contundentes con un tema final cuasi-instrumental de 12 minutos, riffs siempre cambiantes y solos de guitarra como alfileres en el tímpano; no hay momento para la calma entre quejas, odio y cuestionamientos, lirica simple y concreta. Phil nos da a entender con este disco que hemos sido traicionados, desechados y sometidos, y que la respuesta musical violenta es la única salida a aquello que nos tiene hartos, sofocados y exiliados. El espíritu del metal callejero de tenis rotos, bermudas de camuflaje y playeras de Mayhem, o la picadura de una serpiente en el desierto de Mojave.
Phil Anselmo a sus 45 años no piensa retirarse ni dejar de golpearse en la frente con el micrófono, siempre se agradecerá la intención de mantener un bajo perfil comercial, pero siempre creativo y de calidad, y sobre todo, por ser la voz de aquellos que a veces no pueden gritar. Disco de escucha obligada para aquellos que sacan su furia reprimida en el circle pit en un concierto de metal.