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Relapse Records / 2015
Los miembros de un culto fanático cristiano que prometía la salvación un día se vieron asombrados por un suceso extraño, el cuerpo de Mlny Parsonz comenzó a perder el control, sus convulsiones y gritos sorprendieron a los cofrades a su alrededor, un milagro diría el ministro y lavador de cerebros, un simple ataque de pánico es la explicación científica. Después de huir de aquella cofradía y toparse con las drogas, en los conciertos de las primeras bandas que después darían origen a Mastodon y Kylesa fue donde la cantante sintió que había encontrado el camino de la verdad, y su voz es ahora la guía primordial de la secta llamada Royal Thunder.
Crooked Doors precede a CVI, material editado en 2012 y con el que la banda firmó con sangre su contrato con Relapse Records. “Time Machine” es el inicio sorprendente por 2 razones: porque difiere mucho de aquel estilo stoner-doom del disco anterior, y porque la banda ha encontrado un sonido que puede agradar a la vieja escuela y a los nuevos adeptos.
“Forget You” para no perder el ímpetu iracundo de crear riffs y líneas de bajo dignas de llamar a la batalla, “Wake Up”, la bruja hace que nos salgamos del mal sueño para enfrentar cosas peores en la realidad, solos de guitarra que emanan de un caldero, “Floor” para denotar la impecable producción, cada capa al volumen correcto, cada sentir en el tiempo preciso en las partes instrumentales, coros celestiales para despedirnos y encadenar perfecto con “The Line” y su ánimo de venganza: throw your best friend into the fire, then spit them into the grave.
“Forgive Me, Karma” una tenue pieza para entender que así como los relámpagos son destructivos también iluminan, un solo de guitarra que se te quedará por un buen rato en la memoria, “Glow” para jugar con el slide y por qué no, abrir el panorama comercial, porque han mutado de forma extraña toda su carrera, de abrir shows de Baroness, Zoroaster o Corrosion of Conformity a…Wilco.
“Ear on the fool” por esas voces internas que no se callan, “One Day” y sus grandes armonías vocales, poco a poco bajando la intensidad hasta las 2 partes de “The Bear”, un bello final solo con piano y voz, después de la tormenta llega la calma reza el dicho y Crooked Doors lo implica, una evolución que el tiempo dirá si funciona, pero por el momento convence y da a entender que el pánico de Mlny ha quedado atrás para forjar un talento lírico interpretativo con una gran banda como cómplices de un crimen perfecto.