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Merge Records / 2019
Si fuese la primera vez que tus sentidos descubren el estruendo de Kurt Wagner, ¿qué pensarías? Y pregunto “pensar” porque seguramente no querrás decir nada, básicamente para no interrumpir el deleite musical. Y es que en ciertas ocasiones es complejo colocar su género creativo y sus secuencias musicales en alguno de los coloquiales rumbos generalistas. Y pregunto “pensar” porque la palabra ahora es de Kurt y de lo que quería decirles…
Pareciera que es poco el tiempo que ha transcurrido desde FLOTUS (2016) y que “The Hustle” sigue sonando con sabores de pop coqueto. Pero en realidad han sido tres años, tiempo suficiente para que Lambchop entregara sus delirios musicales. En esta ocasión, y bajo el sello de City Slang, Music as usual, llega a nosotros con This (Is what I wanted to tell you). Un trabajo que alimenta, sin lugar a dudas, el egocéntrico talento del músico, pues no hay manera de culminar tremenda apuesta en su trayectoria; el saltar de un country alternativo a un lounge o post rock con toques de soul, tentando a la electroacústica tonada y la delicada voz corista, Wagner apuesta ahora por una suavidad más sonora, ambiental y madura… tan madura como su presencia en la portada de tal disco.
Son únicamente ocho tracks lo que respaldan el trabajo discográfico, temas de títulos largos y duraciones regulares que no superan los 7:40 min. Una obra que, al menos al creador, puede considerarse artesanal: pues está hecho con el corazón.
Con livianos vibrares de cuerdas, “The New Isn't So You Anymore” apertura este deslumbre. Un tema bondadoso de introducción sutil y que te permite pasar sin limpiarte los zapatos en la entrada, pues al segundo 44 ya estás dentro. “Crosswords, or What This Says About You” es la segunda parte, el contenido siguiente: una batería electrónica se adapta al contexto, como haciendo mancuerna con el coro mecánico que suena de fondo; un bajo insistente de Matt Swanson hace esfuerzos para no quedar fuera de la tonada y uno que otro sintetizador que influye rítmicamente; justo como descubrir los secretos en un crucigrama.
“Everything for You” envuelve. Como si el track, la letra o el ritmo fuera dedicado para uno mismo. Con beats casualmente conocidos pero acompañados de pulsaciones en un piano ambiental gracias a Tony Crow, éste tercer tema influye en aquella música disco que Wagner escuchaba de infante, seguramente. Y aunque exista una colación de efectos auditivos en su voz –más allá del coro fastidioso de toda la canción–, el ritmo lo engrandece. Y como espectáculo del medio, “The Lasting Last of You” le da la esencia que necesitaba para hacerlo flotar. Envuelto de música de fondo como vientos fugaces de aire y un bajo –nuevamente– abrazador… Es pausado por su grave vocal; Kurt declama la poesía más cautivadora de su último disco. El track que más acorde que en cada esquina lleva su música: el golpeteo de las baquetas sintetizadas con ayuda de Matt McCaughan, los instrumentos de viento, el poderoso bajeo. Todo.
Como si viajáramos en un platillo ajeno, “The Air Is Heavy and I Should Be Listening to You”, la canción más larga del disco, nos narra una abstinencia sentimental, una desesperación musical y poética; un argumento abierto para cualquier desesperado que busca el soundtrack de su ansiedad. Pasando en aquel vuelo por “The December-ish You” (como una parada sin sobresalir), hasta caer en “This (Is What I Wanted to Tell You)” penúltimo tema y de mismo nombre del álbum.
Una canción que puede traspasar la carátula del disco a la realidad: un track maduro, condescendiente, estable y conforme; estoy seguro que es la mayor apuesta de Lambchop y no tanto por la rutina poco deslumbrante, sino por el reto mediático que los críticos puedan apuntalar. Pues aunque es complejo detectar qué es aquello que el músico quería decirnos, puedo reconocer dicha balada tan fuerte y heroica como el mismo disco.
“Flower” es la tonada que se canta al cierre. Como cuando pasan las letras pequeñas. Como cuando se reza en un funeral. “Flower” es la melancolía que Wagner andaba correteando desde Damaged (2006). Tan nostálgica como la armónica que la murmura, que entona al calibre de su voz. Es una canción corta, tan corta como el suspiro que cautivó.
Si fuese la primera vez que mis sentidos descubrieran el estruendo de Kurt Wagner… diría que es tan fuerte como su constancia. Pues el valor no nace de la complacencia pública, sino del propio sabor amargo que disfruta sólo él.