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Sony Music / 2015
14/Ago/2015
“Still Echoes” después de traumáticas experiencias como la de Randy Blythe en espera por la decisión de un jurado que lo acusaba de homicidio imprudencial, “Erase This” es la única idea que pasa por la mente al recordar los sucesos subsecuentes, “512” era el número de la celda que lo mantuvo cautivo y solitario, en espera de conocer su destino: “Six bars laid across the sky, four empty walls to fill the time, one careless word, you lose your life, a grave new world awaits inside”.
Son apenas las 3 canciones que dan inicio a VII: Sturm Und Drang (tormenta y stress en alemán), el octavo lamento del cordero de dios, banda que al superar el lapso de ausencia de su vocalista se reagrupa como un virus aniquilante, ese groove característico vuelve a su destructiva senda, y con aliados como Chino Moreno de Deftones colaborando con su bien conocido talento vocal en “Embers” y lírica que aborda temas tan delicados como las relaciones interpersonales tras un fallecimiento. Pero hay también conciencia en el metal y “Footprints” es una crítica a la destrucción que provoca el turismo.
“Overlord”, la pieza más extensa de este material inicia con un lento devaneo entre la línea de bajo y la tenue voz que después estalla entre riffs emulando al batallón asesino de nazis al que va dedicado dicho tema. “Anthropoid” y su inicio contundente, la banda manifiesta en cada track su estilo único el cual han forjado gracias a su ejecución, de lo progresivo de Tool a ciertos coqueteos con la técnica del djent, la voz y contextos líricos como el quinto elemento que complementa la destrucción sonora.
“Engage The Fear Machine” en honor a los medios del terror donde los comunicadores de corbatas finas dicen que el mundo sigue empeorando, algún creativo del marketing está pensando en la próxima enfermedad de moda, porque la histeria logra que se venda más rápido la comida enlatada, porque venden más las imágenes de las víctimas que la tragedia misma: we're bringing you disaster in high-def.
“Delusion Pandemic”, el mundo cada vez se vuelve más idiota, más simple, los memes como coartada para eliminar el análisis, las listas de cosas irrelevantes, una severa crítica a la creatividad desechable, “Torches” para que siga ardiendo el fuego de inconformidad y para iluminar el futuro incierto de Lamb Of God ante la mira de Dave Mustaine que apunta al baterista Chris Adler como refuerzo de Megadeth. Un gran material de una banda que es referente del metal de los últimos años, siempre re-inventando su propio estilo.
8
Warner Music / 2015
14/Ago/2015
Dicen por ahí que los viajes transforman, te despeinan, abren ventanas y reavivan el instinto reafirmando y fortaleciendo los lazos que te hacen “ser”. Para Lianne La Havas, el periplo comenzó temprano.
Apenas con 7 años descubrió el llamado de su propia voz enamorándose a ojos cerrados de la música, idilio que la llevó a ser firmada por Warner a los 19 para componer y editar su primer álbum Is Your Love Big Enough? en el 2012.
El reconocimiento y las comparaciones no se hicieron esperar, y de pronto su imagen fresca cargada de reminiscencias folk y soul captó la atención de figuras como Bon Iver y Prince, develando un talento singular que la ha llevado a presentarse igual en prestigiosos festivales de jazz, que en foros masivos como el afamado Glastonbury.
Hace algunos meses, tras largas giras y colaboraciones Lianne decidió hacer una pausa para conectarse con sus raíces y en medio de una excursión a Jamaica (tierra materna), comenzó componer Blood, su más reciente producción discográfica.
Si se buscara una manera breve de describirlo, podríamos decir que Blood es un álbum de genética pop caracterizado por su habilidad para generar una química perfecta entre géneros que pudieran parecer dispares (del jazz al drum and bass pasando por el folk, el funk, el soul y la electrónica).
Un álbum en donde la habilidad vocal de Lianne La Havas brilla para entregarnos una serie de composiciones sinceras, que sin ser sencillas en su estructura (alejándose del cliché que dice que el pop es música comercial con poco contenido artístico), logran relacionarse de manera natural con el escucha.
Destacan temas como "Wonderful", producido por Mat Hales (Aqualung) y Howard Lawrence (Disclousure), en donde el sonido de un piano baladesco arropado en una cama de pequeños detalles sonoros y la voz madura y expresiva de La Havas, hacen la delicia del escucha.
"Midnigth", una interesante declaración de individualidad al estilo Motown, en donde Lianne La Havas es llevada al extremo de su registro vocal con una ejecución impecable; "Grow" composición que en su mezcla de folk con fuertes elementos percusivos dibuja claramente el reencuentro con sus raíces jamaiquinas; y "Good Godbye" una reflexión adulta y bella acerca de la perdida de aquellos seres amados que se mantienen vivos en el recuerdo.
Blood es un disco que revela el crecimiento y madurez de una artista en ascenso que con tan solo 25 años, ha descubierto el poder de saber hacia dónde quiere dirigir un interesante viaje que recién ha comenzado.
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