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Mid Century Records / 2006
Philipa Brown presentó su primer álbum en 2008. Sin embargo, la cantante mejor conocida como Ladyhawk llegó a oídos de muchos gracias al videojuego de la FIFA 2013. Su tema “Black White & Blue” fue parte del soundtrack y muchos la tenemos en la memoria. Después, no volvimos a recibir noticias sobre la compositora.
Han pasado cuatro años y la neozelandesa está de vuelta. Tal vez es un buen momento para regresar: la madurez parece sentarle bien, ahora está casada y ha luchado todo este tiempo para dejar el alcohol. Aparte de que Anxiety, su última placa, no es precisamente su mejor referencia, bajo este contexto resulta atractivo escuchar Wild Things, su tercera entrega.
Como en los demás trabajos, Ladyhawke aparece en la portada, esta vez con una playera que muestra el nombre del álbum, un buen inicio si se cree que de los ojos nace el amor. Wild Things rememora a su primer trabajo, una necesidad de regresar a las bases sin dejar de dar un paso adelante.
La también guitarrista nos obsequia un pop lleno de sintetizadores, un sonido menos orgánico que su antecesor. Da la impresión de que en ese terreno la compositora se siente más cómoda. “A Love Song” es la canción con la que empieza y el primer sencillo, tal vez la pista mejor lograda.
A lo largo del viaje sonoro hay sorpresas muy gratas como “Wild Things”, “Let It Roll” y “Golden Girl”, uno puede suponer que les espera un buen futuro. Sin embargo el trabajo no es consistente, da la sensación de que se cae en el último tercio, como si le sobraran unos cuantos tracks.
En resumen, escuchar a Ladyhawke es gratificante, el parón le vino bien y retomar el camino no es muy fácil. Aunque no fueron muchos años, sí fueron intensos. La necesidad de plasmar lo vivido en canciones da como resultado discos, muchos discos y nosotros lo agradecemos.