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Epic Records / 2016
En la era moderna es cada vez más común entrar en contacto con nuevas culturas. En un mismo día podemos escuchar sobre Rusia y Asia, y como en este caso, sobre Sudáfrica. La banda africana Kongos, compuesta por cuatro hijos del músico John Kongos presenta su tan esperado tercer álbum Egomaniac, después del gran éxito que su antecesor, Lunatic, tuviese en todo el mundo.
Egomaniac es un disco que muestra la experiencia que los de Johannesburgo han ganado tras tocar en grandes festivales y pone de manifiesto esa madurez musical que los artistas que buscan consolidación alcanzan algún día.
El primer paso con fuerza lo ponen con “Take It From Me”, la primera rola del disco que ya habíamos conocido y es la canción que si fuese un animal, sería el macho alfa. Con un coro poderoso mezclado con beats electrónicos, el track merece toda la atención. Es energética y podría ser la canción de gimnasio que te empuja a dar ese extra. Suena a Kongos renovado y se antoja seguir escuchando.
Con “The World Would Run Better” continúa el flujo de la buena energía; la canción es alegre y versátil. Muestra ritmos africanos con gran misticismo pero la mezcla tan bien lograda por los mismos hermanos es impecable. Bien pudiese ser una canción antémica, digna de una canción de estadio.
“I Want It Free” retoma lo que la banda hizo con Lunatic usando la clásica armónica en sus tracks, es la secuela de la reconocida “Come With Me Now” y por consecuencia, es igual de vibrante y divertida que aquel hit que nos enloqueciera a todos. Y ni hablar de la lírica, que llama a la protesta elitista de tratar siempre de pertenecer a donde no pertenecemos y nos invita a ser libres y no ser víctimas de los paradigmas.
En “Underground” y “Birds Do It”, canciones abocadas al techno rock medio funky es imposible no recordar a Kasabian; el premio a los sintetizadores se lo lleva “Autocorrect”, con sonidos robóticos y ciencia ficción hecha música, donde como si de brujos se tratara, auguran dependencia a las redes sociales.
El mensaje más claro lo establecen con “Where I Belong”, que es la pregunta que todos en algún momento nos hemos hecho. El ritmo es bastante calmado y la protagonista es la lírica, el mensaje de reflexión, el wake-up call. Como mención honorífica, “If You Could” con el típico folk americano del banjo y la armónica a la Mumford And Sons.
Una tierna pero psicótica “2 In The Morning” revela un desorden existencial pero lo mejora todo con voces angelicales que hacen regresar toda la esperanza a nuestras vidas. “Look At Me” y “I Don’t Mind” tienen la multiculturalidad que caracteriza a Kongos, la armónica presente y ritmos africanos y hasta irlandeses, que son claras influencias en la creación de nuevos ritmos.
A lo largo de los 43 minutos de Egomaniac, 13 tracks nos parecen muy poco. Las transiciones son de maestros, la coherencia y potencia musical dejan marcado el sello de Kongos. Por su versatilidad, mensajes claros y beats de ensueño, la tercera entrega de los sudafricanos se convierte en uno de los álbumes altamente recomendables en el verano.