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p(doom) Records / 2024
En su vigésimo sexto álbum, Flight b741, King Gizzard & The Lizard Wizard vuelve a sorprender pero, esta vez, desde una perspectiva más íntima. Lejos de los amplios paisajes sonoros que han caracterizado sus producciones recientes, este trabajo captura la esencia de seis amigos creando música en un ambiente casi hogareño; una proyección de un fin de semana muy divertido.
La elección del diseño visual no es accidental; refleja a la perfección la estética del álbum, que oscila entre la tranquilidad y la tempestad, entre la introspección y la explosión sonora; un vuelo que promete belleza y caos, en consonancia con los temas y la energía que emana cada canción.
Abriendo con una energía caótica, "Mirage City" es una explosión de riffs estridentes y percusión acelerada. Las guitarras se entrelazan en una danza hipnótica, mientras las voces narran un viaje a través de una metrópolis distorsionada por la percepción. En "Antarctica", King Gizzard nos transporta al paisaje helado del sur, donde las melodías etéreas reflejan la soledad y la inmensidad del continente blanco. El ritmo lento y envolvente del tema sugiere la quietud y el misterio de un lugar donde el tiempo parece congelarse.
Mientras se crea un ambiente más oscuro en "Raw Feel", la banda regresa a un sonido más crudo y directo. Las guitarras afiladas y los ritmos contundentes crean una sensación de urgencia, mientras las letras abordan un momento sensorial, ¿estarías dispuesto a compartirlo?
A través de un paisaje mental, donde la visión se expande y se contrae al ritmo de la música, en la cuarta posición se encuentra “Field of Vision”. La combinación de sonidos espaciales y riffs ondulantes crea una introspección, invitando a explorar tu propio campo de visión interno. Con un título intrigante, "Hog Calling Contest" -tema que da lugar al clímax del álbum- mezcla el humor con la crítica social. Los ritmos desenfrenados y los cambios abruptos en la melodía reflejan la naturaleza caótica de una competencia absurda; pero también es extremadamente rápido y, a pesar de toda su magia técnica, tiene un aire de garage que se remonta a los primeros trabajos del grupo.
"Le Risque" juega con el peligro, tanto en su nombre como en su estructura musical. Los cambios de tempo y las progresiones inesperadas crean una sensación de inestabilidad, mientras que la banda explora los riesgos inherentes de la vida y la creación artística. Por otro lado, en "Flight b741" es una odisea sonora que encapsula la esencia del disco. Con una estructura que va desde lo introspectivo hasta lo épico, este single es un viaje turbulento a través de emociones y sonidos, donde cada miembro de la banda tiene su momento para brillar.
En contraste con la energía frenética del resto del álbum, "Sad Pilot" impregna letras de una profunda tristeza, relatan la historia de un piloto solitario que navega por los cielos, buscando un propósito en medio de la soledad. Para regresar y darle un adelanto al cierre, llega "Rats in the Sky" con guitarras frenéticas y ritmos vertiginosos, describe una metáfora de los problemas que acechan desde lo alto.
"Daily Blues" es el tema indicado para cerrar el álbum, captura la monotonía de la vida diaria con un toque de optimismo. Los ritmos relajados y las melodías cálidas ofrecen un respiro final, un recordatorio de que incluso en los días más grises, siempre hay un rayo de luz.
King Gizzard & The Lizard Wizard no solo demuestra su habilidad para reinventarse, sino también su capacidad para capturar la esencia de la experiencia humana en toda su complejidad. Flight b741 es un álbum que invita a perderse en su laberinto sonoro, a reflexionar y a disfrutar, recordándonos que la música, como la vida, es un viaje lleno de altibajos, sorpresas y descubrimientos inesperados.