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Sony Music / 2022
Tras la salida del entonces vocalista Tom Meighan, el guitarrista y compositor Serge Pizzorno tuvo que elegir entre cerrar este capítulo y dejar atrás el nombre de Kasabian, o seguir en el proyecto y tomar el timón.
Pizzorno tomó el reto y ahora como cantante principal está tratando de rehabilitar el sonido. Este es un disco que viaja a través de la contundente agresión del electro-rock, la euforia rave, los ritmos trap y el ensueño de Pink Floyd, muy a menudo en el espacio de una sola pista. También en ocasiones se siente como si quisieran emular algunos sonidos que ya hemos escuchado en la música popular actual.
Nuestro recorrido con este material inicia con “Alchemist”, canción que se va desarrollando poco a poco con la voz y guitarra acústica, para finalizar con la incorporación de timbres digitales y la batería, para después conectarnos con “SCRIPTVRE”, canción muy particular, ya que hay inclusión de Auto-Tune muy marcado, y en pequeños tramos del inicio, se siente como si de una canción de Kendrick Lamar se tratara, y esto se sigue transmitiendo incluso con la siguiente canción, “Rocket Fuel”, pero como ya se mencionó, en este álbum existe una mezcla de varios géneros incluso hasta en una sola canción.
Las cosas se relajan y se tornan un poco más frescas en “Strictly Old Skool” y dan paso a “ALYGATYR” para terminar esta primera mitad, la cual dividen con “æ space”, donde escuchamos algunos sintetizadores que justo se sienten como si estuviera fuera de orbita.
Aterrizamos a la segunda mitad del disco con “The Wall” la que se siente un tanto melosa pero que sirve de colchón para recibir “T.U.E (The Ultraview Efect)”, canción que nos va transportando con sonidos similares a los del D.I.M pero que de pronto desaparece para traernos una batería espaciada, con coros de voz espectrales que nos hacen recordar a bandas de rock psicodélico y que es muy disfrutable.
Con “STARGAZR” regresamos al terreno de lo digital y nos dan una canción que hipnotiza hasta el final, utilizando graves definidos y melodías con el brillo necesario.
“Chemicals” hace presencia y nos da una de las canciones más enérgicas y con un ritmo pegajoso el cual ya habíamos disfrutado hace un par de meses. En seguida toda esta secuencia es cortada por “æ See”, y da paso a la última canción “Letting go”, la cual nos ínsita a soltar y dejar ir, en cierta manera es como un mensaje hacia la propia banda diciendo que esto es una muestra de lo que se puede seguir fabricando en esta nueva dirección.
Como Pizzorno ya había dicho, este disco se siente más como una recopilación del trabajo creativo con la nueva alineación, no se buscaba hacer un álbum conceptual, simplemente querían plasmar sentimientos sinceros a través de las canciones, y se siente de esta forma, no se siente un trabajo 100% solido, pero esto nos muestra la dirección hacia a donde se dirige Kasabian, ya que es como un nuevo comienzo con nuevos experimentos, mismos que con el paso del tiempo se pueden convertir en grandes obras.