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City Slang / 2016
El dúo canadiense de pop electrónico, Junior Boys, está de vuelta con Big Black Coat, después de haberse ausentado tras lanzar It’s All True en 2011. Jeremy Greenspan y Matt Didemus continúan ejecutando ese etéreo sonido electrónico que los caracteriza, pero incorporando destellos de R&B, lo cual permite que el disfrute de este álbum no sea un acontecimiento completamente impersonal. La suavidad en las vocales de Greenspan elevan a piezas como “Baby Don’t Hurt Me” a otro nivel personal que conecta al dúo con su público.
Junior Boys sigue siendo recatado en sus emociones. Ningún track despega realmente hacia el orgasmo que a otros artistas del EDM les gusta repetir en cada canción; quizás sea la tensión sensual en la música de este par de artistas lo que nos sigue atrayendo de su obra y nos sigue dejando con ganas de escuchar más.
“C’Mon Baby” es un punto alto en este álbum; una suave melodía bien acomodada en una cama de sintetizadores, el punto perfecto donde se cruza la sensualidad con la alegría. La producción es austera, lo que permite que cada elemento —vocales, percusión programada (esos precisos efectos de redoble en el hi-hat) y sintetizadores— destaque en su momento, para que no te pierdas de nada.
“Big Black Coat” es lo más experimental que le hemos escuchado a Junior Boys; un viaje por el panorama electrónico que se torna más denso conforme avanzan los minutos. Ahora sí, con una tensión que termina en éxtasis, Junior Boys nos enseña que el trayecto se puede disfrutar más que el destino.
Big Black Coat, el LP, es un viaje por la noche sin rumbo definido; suena a expectativa, a romance —más del tipo carnal que del que dura para siempre—, a alegría, y también a algo siniestro que siempre acecha. Sigue habiendo en el arte de Junior Boys un balance bien construido entre sus sonidos más punzantes con los pesados efectos sonoros graves que dictan el ritmo de cada canción. Greenspan y Didemus esperan que este sea el trabajo que los lance hacia la conciencia del público masivo, pero siendo algo egoístas, preferimos tenerlos en privado solo un rato más.