Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
9
Domino Records / 2018
Jon Hopkins, destacado e innovador productor inglés, que ha colaborado para artistas como Brian Eno, Coldplay o David Holmes está próximo a lanzar su quinto álbum de estudio llamado Singularity en dónde continúa lo realizado en Immunity, sonidos bastante limpios, claros y en algunos temas bastante duros como ya es una constante en artistas ingleses como James Holden, Nathan Fake, Daniel Avery o por algunos pasajes al místico Burial.
El álbum comienza con el track homónimo del álbum, “Singularity” el cual muestra exactamente de qué va el resto de la producción, varios sonidos ambientales complementados de forma extraordinaria con algunos beats que van subiendo de forma paulatina hacia el final de la canción.
Después tenemos “Emerald Rush” (primer sencillo del álbum), “Neon Pattern Drum” y “Everything Connected” que son los tres temas más bailables del LP, con ritmos bastante dub y techno, muchas veces yendo de menos a más y viceversa dándole una completa textura de emociones encontradas que deambulan entre la melancolía y el éxtasis. “Emerald Rush” es toda una descarga de adrenalina, mientras que “Neon Pattern Drum” a pesar de ser una continuación de “Emerald Rush” es mucho más oscura, dejando de lado un poco esos sonidos ambientales y naturales. “Everything Connected”, track de poco más de 10 minutos prosigue a sus antecesores siendo un poco más limpia, más techno abandonando por momentos el dub y como resultando en que bien las tres canciones podrían ser una sola de más de veinte minutos.
Para la mitad del álbum llega “Feel First Life”, tema que detiene en un solo instante toda la adrenalina de los anteriores, un tema totalmente ambiente que solo es acompañado por momentos de un piano que está exquisitamente envuelto por una tenue voz. Después está “C O S M” y que –al igual que la primera mitad del álbum– es una continuación a su tema predecesor, lleno de sonidos ambientales, aunque con la presencia de algunos sonidos más fuertes, pero que en ningún momento llegan a explotar.
Siguiente aparece “Echo Dissolve”, un track hecho únicamente entre Jon Hopkins y su piano. Para mí, el tema más lindo y melancólico del disco, una intro exploración totalmente del inglés hacia sus bases como gran músico estudiado.
Para terminar está “Luminous Beings” que comienza con sonidos densos, más densos que el resto del disco, pero que cambia de forma drástica a sonidos mucho más limpios y simples que te vuelven a levantar del asiento, convirtiéndose en la canción más cálida de la producción. Por último está “Recovery”, que es totalmente instrumental, muy parecida a “Echo Dissolve” y que la da un gran cierre al trabajo del inglés.
Sin duda un gran trabajo de Jon Hopkins que vuelve a demostrar su calidad y el porqué ha estado nominado al Mercury Prize ya en alguna ocasión.