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The Domino Recording Co. / Weird World / 2015
El multiinstrumentista finlandés, que por años trabajó como conductor de tranvía en Helsinki, presenta una de las aproximaciones más fascinantes que se le han hecho al dream pop. Jaakko Eino Kalevi ya nos hizo parar las orejas con el EP Dreamzone y ahora asentado en Berlín, está dispuesto a llevar su música a nuevos horizontes. Quizás por eso su material, que brilla con destellos de new wave, R&B, funk, disco e incluso instantes de psicodelia, lleva orgullosamente su nombre.
En esta entrega Jaakko mezcló al lado de Nicolas Vernhes, quien ha sellado el sonido onírico de proyectos como The War on Drugs y Animal Collective. El resultado es un álbum de diez tracks, que se escucha como un todo de principio a fin, siendo dinámico y rico en matices.
“JEK”, el primer track, lleva las iniciales del autor y es una presentación en voz reverberada que pronuncia una y otra vez su nombre. Al mismo tiempo nos adentra a un mundo de sintetizadores que progresan y centellean como una aurora boreal. A partir de este momento, tus oídos le pertenecerán.
Jaakko Eino Kalevi aprovecha la versatilidad de los synthes para crear melodías pegajosas; emulando desde una flauta juguetona en “Deeper Shadows” hasta sonidos cristalinos en “Say”.
Las letras son intimistas. Algunas en inglés, otras en finlandés. Para varios tracks Jaakko Eino Kalevi incluye la voz femenina de Suad Khalifa; la misma chica que aparece en el video de “Deeper Shadows”. Junto a ella crea armonías que nos hacen sentir en uno de esos sueños en los que vuelas.
La guitarra, uno de los primeros instrumentos con los que tuvo contacto Jaakko Eino Kalevi , también presenta diferentes matices; llevada a veces hacia el funk, como en “Night at the Field” o también en solos que podrían ser parte de una rola de rock progresivo, como en el final de “Mind Like Muscle”.
Otra de las grandes virtudes del disco son sus bases rítmicas. Algunas inevitablemente bailables y dinámicas; otras pacíficas y sensuales.
Jaakko Eino Kalevi cierra su disco completamente en finlandés, con una odisea melódica que va creciendo al estilo de lo que haría Philip Glass para una película sobre el espacio exterior. La canción explota en una manía de sintetizadores, platillos y un saxofón alucinante, hasta desacelerarse y desaparecer en el infinito.
Este álbum homónimo de Jaakko Eino Kalevi es un gran must si te gusta experimentar sensaciones ensoñadoras. La amplia gama de estilos musicales conjugados en este disco y la impecabilidad de Jaakko, harán que escuches su música a todo color. Promesa.