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Loma Vista / Caroline / 2019
Tendríamos que haber vivido en una cueva durante los últimos 10 años para no darnos cuenta que la cultura pop contemporánea se está quedando sin sus leyendas del S. XX. Entre aquellas que se adelantaron en el camino y las otras que se han aletargado, apenas usaríamos los dedos para contar a las que nos quedan; sin embargo, Iggy Pop sigue aquí… Libre… Listo para enterrar a todos.
Fue en 2016 cuando, de la mano de Josh Homme, Matt Helders y Dean Fertita, Iggy Pop tomó la decisión de rejuvenecer el sonido crudo de su época con The Stooges a través de Post Pop Depression. En aquél momento, el mismo Iggy declaró que aquél podía ser el último disco en su carrera y el resultado nos hizo pensar que era una manera inmejorable de despedirse.
Pero –como si no lo conociéramos- le resultó imposible mantenerse quieto. Ahora, cuando el 2019 entra a su ocaso, el también llamado James Newell Osterberg Jr. pospone el retiro y aparece con una de las producciones más exquisitas y ambiciosas de su discografía: Free. Así como en Post Pop Depression acertó al colaborar con referentes del stoner rock actual, en esta ocasión optó por acercarse a músicos que, sin tantos reflectores, también lograron cimentar el proyecto al que Iggy aspiraba.
En Free, con las guitarras y producción de Noveller sumada a la trompeta del virtuoso Leron Thomas, Iggy Pop consigue un trabajo con texturas mejor definidas y recursos sonoros que lo llevan a un destino lúgubre, poderoso. Iggy no olvida, justo por eso se sienten tan presentes las influencias de la Trilogía de Berlín y Blackstar del mismo David Bowie.
A pesar de que no es el primer contacto de Iggy Pop con el jazz (Après y Préliminaires), Free es su apuesta definitiva por este género. Piezas como la canción homónima que abre el álbum, "Dirty Sánchez" o "Page" son claras muestras de lo anterior. Y no conforme con eso, en tracks como "We Are The People" hace gala del spoken-word para potenciar la intención dramática de la canción. Incluso somos testigos de otras direcciones inverósimiles en la música de Pop: los metales mariachi que aparecen en "James Bond", por ejemplo.
Cuando se termina el álbum, parece difícil de creer que en apenas 34 minutos se haya logrado una experiencia así de emocional y oscura. Para ese momento, Iggy Pop ha caminado sobre el agua sin debernos nada. Sea ésta o no la verdadera jubilación del oriundo de Michigan, Free es una evidencia contundente del talento que ha mostrado durante más de 50 años y se perfila para competir en la lista de los mejores trabajos del año.