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IDLES — CRAWLER

9

IDLES
CRAWLER

Partisan Records / 2021

Artista(s)

Idles

22/Nov/2021

A pesar de todo, la vida es hermosa.

Avanzas por la carretera manteniendo fija la mirada en el único punto luminoso antes del atardecer, manos entumidas al vinil piel sobre el volante, las extremidades no responden aumentando el peso sobre el embrague del acelerador, 2500 revoluciones por minuto que elevan la bala metálica de cuatro ruedas más allá de la velocidad dejando atrás la persona que era para ser únicamente colisión. Es ahí, en el momento después del impacto donde lo humano se ha extinguido aún sin perder latido, donde el instante obligado a estar sobre tu espalda te hace mirar al cielo, ver las estrellas y respirar.

IDLES (01)

CRAWLER nace de la experiencia de Joe Talbot envuelto entre el metal prendido fuego de un accidente automovilístico, su viaje interno post rehabilitación y el siguiente paso firme de la única filosofía para la banda; joy as an act of resistance. El quinteto nos recibe con los brazos abiertos de la mano del productor Kenny Beats, quien pasase de programar baterías en Ultra Mono a trabajar codo a codo con el miembro y guitarrista Mark Bowen, entregando una explosión sensible reducida a la emotividad del minimalismo para el nuevo álbum.

IDLES avanza desde el soundscape introductorio guiado por cascabeles en “MTT 420 RR” hasta el primer riff en la línea del distor corrosivo con “The Wheel”, mostrando desde el inicio el contraste armónico del larga duración sumergiéndole en una solución ardiente de experiencias personales e introspección.

Me puse de rodillas rogándole a mi madre, con una botella en la mano, es uno o el otro y [la rueda] giró, una vez más,” escuchamos en los lyrics de “The Wheel”.

“When the Lights Come On” nos regala el segundo suspiro condensado a la frialdad del post punk, vaticinando la ráfaga de melodías ultraíntimas cortesía de “Car Crash”, resolviendo en la crudeza de “The New Sensation seguida de “Stockholm Syndrome”.

Llegado este punto el grito de los ingleses por alejarse de la etiqueta banda de punk tiene más de un punto para sustentarse, mostrando un abanico de expresividad, recursos y herramientas de producción que logran elevar su espíritu compositivo más allá del guitar-drums-bass, aterrizando en un nicho de sensibilidades infinitamente más libre.

Las confesiones arrancadas de la carne de Bristol seguirían a cargo de “Crawl!” y “Meds”, encontrando un siguiente interludio de meditación en el combo “Kelechi”-“Progress”, blasteando el nirvana alcanzado en la furia de 30 segundos vía “Wizz”.

Porque se siente como ser Dios y sí, soy un puto rastrero. Arrastrarse duele pero funciona para mí”, versa el coro del octavo track.

CRAWLER cerraría en un despliegue brutalidad interpersonal con “The End”, siendo uno de los cortes más líricamente significativos, ya no solo del disco, sino toda de la discografía para IDLES; la última patada en este remolino de impulso sensible, esperanza, segunda oportunidad, la luz después de la luz. “The End” es el canto de un hombre herido que elige amar la vida a pesar de la vida, llenando los pulmones del proyecto para lo que promete ser un futuro más allá de toda etiqueta.

Arde como el fuego, se siente como un anhelo, colgado como un coro. Actúa como un imbécil, actúa como un imbécil. […] Y a pesar de todo, la vida es hermosa.”

IDLES - Crawler (Art)