8
Warp Records / 2015
24/Jun/2015
El joven productor de música electrónica, Hudson Mohawke, se encuentra estrenando su segundo disco de larga duración llamado Lantern. Un álbum que a través de sus 14 tracks, está haciendo voltear a los oídos más finos y sobre todo a aquellos habidos de encontrar variaciones en sonidos y ritmos. Un viaje experimental que sale de lo convencional de la electrónica.
Siendo un artista protegido por Kanye West, Mohawke tomó toda esta experiencia de haber trabajado anteriormente con él, como lo fue en la compilación Cruel Summer del año 2012; para plasmar en Lantern melodías que se resisten poco a los cambios bruscos de ritmos y que están cuidadosamente hechas para hacer mantener la perfecta atención de quien las escucha.
El álbum cuenta con diversas colaboraciones, una de ellas la de Irfane, aquel que fuera la voz de los éxitos más reconocidos del disco debut de Breakbot, quien participa en la canción “Very First Breath”, mismo caso de “Warriors” donde colabora Ruckazoid, quien también trabajara con el DJ francés. Estas dos canciones podrían ser las que más intención tienen de explotar en las estaciones y bocinas de radio.
Otra de las colaboraciones que resalta a la primera, es la de Antony Hegarty, que con su entrañable y melancólica voz, entrega junto a Hudson Mohawke , “Indian Steps”, un tema para abrazarte a ti mismo si es que la soledad te alcanza.
Un momento exquisito del disco es el sampleo del éxito del soul de la década de los 70 “Wach of the Riders” de DJ Rogers, que es utilizado en el tema “Ryderz”, mismo que podría ser la base para cualquier hit del rapero más famoso del mundo.
Lantern tiene episodios muy experimentales, como es el caso de “Kettles” que se desenvuelve en el camino de lo orquestal y “Lil Djembe” que pone el caos y hace que se pierda un poco el orden del disco. Pero dentro del experimento, sobresale “Portrati of Lucy” y “System”, que para el final del disco, saturan de ritmos que se aferran a no dejar decaer el mismo.
El segundo álbum de Hudson Mohawke podrá no ser uno de los mejores del año en lo que a música electrónica se refiere, pero tiene grandes puntos a su favor, el escocés no se conformó con una zona de confort, buscó ir más allá de beats accesibles y canciones radiables, para hacer de Lantern un soundtrack perfecto para las íntimas fiestas nocturnas.
9
Republic Records / 2015
24/Jun/2015
Hay artistas que buscan tener éxito en sus carreras y nunca lo logran. Hay otros que tienen éxito porque lo buscan y lo merecen, uno de ellos es Michael Hoolbrook Penniman Jr. mejor conocido como MIKA. El autor de “Grace Kelly” lanzó No Place In Heaven, su cuarto álbum de estudio que contiene 14 temas remasterizados con su sello ecléctico bien impreso. No hay tiempo para deprimirse con los motivantes himnos de la felicidad de MIKA.
El primer track “Talk About You” abre la gran fiesta sónica a la que una vez más nos invita MIKA; con un ritmo vibrante y alegre, acompañado de la distinguida voz que posee el también considerado soprano, la canción pasa la gran prueba de presión que tienen las primeras canciones y nos hace querer escuchar más.
“All She Wants” es otra canción con ritmo alegre y muy vibrante con un coro muy catchy que te atrapa. Parece ser un hit creado por accidente, pero salido de la mente de un maestro.
El piano es uno de los instrumentos predilectos para el artista, muy notable debido a su innegable presencia en las canciones del álbum. “Hurts” está totalmente liderada por aquel instrumento y por su voz en barítono, un deleite que pocos pueden lograr.
MIKA es un hombre muy expresivo y en “No Place In Heaven” - que nombra al álbum- la letra es muy clara: ‘Father would you forgive me for my sins?, Father if there’s a heaven let me in’. Siendo un hombre católico, abiertamente gay y con sus raíces bien arraigadas, ruega en su lírica que si existe el cielo, sus pecados le sean perdonados y se le permita ingresar.
“Ordinary Man” suena clásica y elegante con la voz irremediablemente comparable con la del inolvidable Freddy Mercury, lo que más de uno podrá constatar al escuchar. Algo escalofriante, en el buen sentido.
Políglota, soprano, talentoso, optimista y bien parecido. Ese es Mika, un artista que busca libertad de expresión a través de la música pero con argumentos musicales muy bien fundamentados. No será casualidad que los MikaFreaks corran a comprar No Place In Heaven y que sume nuevos fans con este gran disco. Larga vida al alegre MIKA.
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