Honshu Wolves
Cosmic Creature Capture

Blues cósmico psicodélico con un toque de misterio.

El blues es uno de los estilos musicales más antiguos que existen y aunque pasan las décadas se mantiene vigente. Pero uno de los errores de apreciación de este género y otros tantos es que solo los hombres lo pueden interpretar. Es un pensamiento arcaico y la historia misma se ha encargado de mostrar que no es así. Personas hoy legendarias como Gertrude “Ma” Rainey, Bessie Smith y Janis Joplin se encargaron de abrir el camino para las generaciones posteriores. Mientras que en el presente Maryanne Shewolf al frente de Honshu Wolves es una de las máximas exponentes.

Originaria de Suiza, desde muy joven descubrió los sonidos que fueron creados alrededor del río Mississippi. Eso la motivó a tomar una guitarra y empezar a exorcizar sus demonios mediante cantos honestos. Aunque para diferenciarse del resto también cuenta con otro elemento central en su música y es la psicodelia. Como resultado obtuvo un estilo personal que ha sido bautizado como blues espacial y ahora tiene listo su segundo LP.

Junto a Fabu y Mige se conforma un trío en el que también hay lugar para el gospel heredado por The Make-Up. La tranquilidad y espiritualidad se conjugan con los instrumentos clásicos de un grupo de rock para dar forma a nueve composiciones propias.

Como bienvenida del trabajo suena “Something’s in the Air” que a través de su hipnótico sonido te atrapa y jamás te suelta. Es una ola que comienza con lentitud y de forma progresiva inunda todo a su alrededor. La influencia tomada de PJ Harvey es clara y prevalece en toda la obra.

Por su parte, “Tell Me” es otra pieza con un ambiente sombrío pero acompañada de una batería hipnótica que se repite como mantra para jamás ser olvidada. La dulce voz de Maryanne es un faro de luz que ilumina a los marineros que se acercan. Mientras que en “White Dress” queda claro el por qué algunos han llegado a comparar a Honshu Wolves con Spiritualized y Spacemen 3. El ambiente cósmico te permite viajar con los ojos cerrados hasta tierras lejanas. La guitarra consigue una atmósfera que sorprendería hasta a Carl Sagan.

En un año en el que prevalece la incertidumbre, este disco editado por Voodoo Rhythm Records es una inyección de esperanza. No es la solución a los problemas pero al menos consigue que los días sean menos agotadores.