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Wonderlick Recording / 2019
Cuando escuchamos un disco, jamás nos ponemos a pensar en la historia o la trayectoria que tuvieron que experimentar esta serie de canciones para convertirse en lo que termina siendo un álbum.
Cómo unas estrofas que se escribieron en un pedazo de papel se vuelven una canción. Esto me pasa al escuchar My Own Pool of Light, ya que lo único en lo que podía pensar era en qué había detrás de esas letras.
Los australianos Timothy Carroll y Oscar Dawson crearon un álbum lleno de ideas nuevas y sonidos distintos. Todo comenzó cuando comentaron en una entrevista para Triple J, que durante el proceso creativo jamás usaron sus guitarras para escribir las 12 canciones dentro de este disco. Esto les dio la libertad para poder hacer cosas que, con las guitarras, no hubieran podido experimentar y así tuvieron la oportunidad de darle prioridad a otros elementos de las rolas como: la letra, la batería y los sonidos electrónicos. Además cabe destacar que ellos produjeron todo.
“Maybe You Know”, es el primer acercamiento que tenemos con esta nueva filosofía que creó Holy Holy y una que todo el mundo está señalando. Una canción una vez más con un trasfondo especial. Dirigida a las personas con depresión, podemos escuchar palabras que nos llegan como: “Ooh, maybe you know, but you’are loved by everyone”. Puede sonar cursi, pero siempre es bueno escuchar que tienes a alguien a tu lado.
Cada rola, con ritmos e historias diferentes como “Faces” y “Flight”, te inundan de melodías que te ponen a bailar. Sin perder su toque ni su vibra, Holy Holy siguen destacando como lo hicieron con sus dos álbumes pasados. Ellos tomaron el proceso evolutivo del artista a su favor e hicieron la música que siempre habían querido hacer. Y les salió muy bien.
Continúa la lluvia de sentimientos con “Sandra”, en donde si destaca la guitarra con un solo poderoso e intenso, que lleva la voz de Timothy a un lado, creando miles de capas de sonidos que en conjunto, hacen la explosión exacta.
Aunque no sea el disco que escucharía cualquiera en una fiesta, no podemos negar que con estas melodías llenas de baterías, guitarras y sintetizadores, nos queremos poner a bailar. Como con "Starting Line”, en donde se habla de un amor perdido, una relación rota. Pero aún así no puedes evitar perderte en el ritmo. Holy Holy lo llaman “euforia melancólica”, porque toca temas pesados, y con distintas energías, las cuales generan un impulso alentador.
Seguimos esta línea de ideas con “Paces#1”. No es de mis favoritas pero ya estamos a la mitad del álbum, uno que está lleno de coherencia y sorpresas que ningún otro disco de Holy Holy había creado.
Lograron salir de su zona de confort con “People” y “Teach Me About Dying”, donde se habla de la muerte y cómo podemos interpretar esto de manera diferente: una fuerza impulsora para vivir nuestras vidas y hacerlas mejor. Me transporta a otra época, es como estar en una fiesta a las que iban mis papás y llevaban sus cassettes que habían grabado un día antes para poner su música y poder bailar.
Llega el momento de un puente musical con “(10)”, un descanso para llegar a mi canción favorita de este disco “Frida”.
Inspirada por el nombre de la hija de Tim. “Frida”, habla sobre cómo es criar a una niña en un mundo que tiene ideales de género, según él lo menciona. “…No hecho para las niñas sino para los niños”. Un tema que está más que presente en nuestras vidas en este momento y me parece admirable que un padre se agarre de un tema así y se lo dedique a su hija. Tomar el peso de las palabras como uno de los elementos principales y combinarlo con música, es lo que todos los compositores deberían intentar. Timothy y Oscar lo lograron.
Los temas de My Own Pool of Light nos dan significados que exploraron los integrantes de esta banda, los cuales están cercanos a su corazón. Esta es la música que todos necesitamos. Dense el momento de escucharlo.