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Lucky Number / 2020
Tras un despegue fallido, por fin sale a la luz el álbum debut de HMLTD. West of Eden está compuesto por 15 tracks; 49 minutos de versátil art rock. La banda inglesa formada en 2015 tenía todo para triunfar en grande. Sonido disruptivo, actitud irreverente y el respaldo de un sello con alcance global. La estrategia de construcción de imagen falló y todo se vino abajo.
El disco abre con "The West is Dead". Un bajo frío como bisturí corta la carne trémula. La batería se suma galopante e insidiosa; sintetizadores aceleran y distorsionan la frecuencia. Los versos satíricos ponen de manifiesto lo que todos sabemos, pero no nos atrevemos a decir en voz alta: "Occidente está muerto". Hace un siglo el historiador alemán Oswald Spengler asentó las bases de esta crítica en su obra más emblemática, La Decadencia de Occidente.
El intro de "LOADED" es un pequeño guiño a Greta Van Fleet ("Highway Tune"); después, el track se transforma en algo parecido a un Prodigy descafeinado. Lo digo de una vez. A lo largo del álbum hay secuencias que suenan a muchas otras bandas. Ello no demerita la obra; al contrario, demuestra lo mutable y capaz que son Henry Spychalski y su equipo. Recuerden, West of Eden es la carta de presentación de una banda experimental que adora la sátira y el glam. Volviendo a la canción, cualquier adolescente con dificultades para aceptar las figuras de autoridad se sentiría identificado de inmediato con la letra.
"The Ballad of Calamity James" y "To the Door" hacen un match perfecto. Con tan solo instrumentación, la primera nos transporta a una película western en la que los Cherokees bailan triunfantes alrededor de una hoguera. La segunda acelera el tempo como un caballo salvaje que galopa libre por el Gran Cañón.
Vamos de una vez a la controversia. Originalmente, el proyecto se llamaba Happy Meal Ltd, pero por razones legales que involucran al quejumbroso payaso Ronald Mc Donald, tuvieron que adoptar el acrónimo HMLTD. En 2017, NME consideró que era la "banda emergente más emocionante del Reino Unido". De boca en boca fue creciendo el rumor de que desafiaban el estatus quo de lo que debería ser un concierto. Bofetada al púbico con su propuesta conceptual. Provocación pura. Fueron amenazados y, literalmente, algunas veces tuvieron que salir corriendo de pubs porque la gente se ponía eufórica o furiosa.
Los reflectores cayeron encima y Sony volcó su atención sobre estos seis inadaptados y les prometió fama internacional. Al final solo los dejaría con dolores de cabeza. Dándole juego a las ideas subversivas del líder, el sello (en principio) apoyó el concepto glam irreverente. Soltó los miles de dólares para producción de algunos sencillos en el estudio y respaldó la exploración identitaria disruptiva.
Para ser justos, David Bowie (casi medio siglo atrás) en su etapa de mucho maquillaje y destellos había transgredido las fronteras del género y apuntaló a la androginia como canon en la industria musical. Roxy Music llevó las cosas un poco más lejos con sus performances un tanto excéntricos. Desde el metal, Mötley Crüe instaló definitivamente en el imaginario colectivo la idea de excentricidad de las bandas de rock. De ahí en más, agrupaciones pequeñas, medianas y grandes adoptarían estas concepciones para intentar construirse una carrera. Cientos de ellas están ahora en el olvido. La más exitosa e icónica de todas: KISS. ¿Qué más quedaba por hacer para estos necios marginados en sus tempranos veintes?
"Satan, Luella & I", es una suave pieza punk rock de coros gentiles con un toque de musical clown. "Mikey's Song" es una baladita space de sintetizadores ochenteros y teclado juguetón; ideal para la secuencia de baile escolar en alguna película gringa para adolescentes. "Why?" plantea una distorsión oriental; tema de pasarela para geishas posmo. "149 - Tallulah Eden" es una postal electro-digital del medio oriente.
"Queremos desafiar a la audiencia", declaró el líder Henry Spychalski para el citado texto de NME. "Los obligamos a hacer un esfuerzo. Necesitan dar una reacción de algún tipo, ya sea de repulsión o de deleite. La clave es que nunca haya una respuesta ambivalente, porque esa no es realmente una reacción", continúa. Su principal forma de increpar fue cuestionar los tipos de masculinidad tóxica.
Es normal que en el camino a la fama se comience a atraer la atención de más personas, públicos diversos y medios de comunicación. Un buen día (o mejor dicho, un mal día) de mayo del 2017 apareció un artículo de Vice. Cualquiera pensaría que un texto de este medio le abriría definitivamente las puertas de lo alternativo; sin embargo acarreó una confrontación directa con la cultura Queer.
En Twitter se desató la polémica de que la banda no tenía "derecho legítimo" de utilizar elementos de la estética LGBTI+ si todos sus miembros son heteros. Algunas Drag Queen pegaron el grito en el aire al sentir que estaban siendo robadas. Hoy en día son más los que chulean el impecable gelish de Bad Bunny y aplauden su actitud, pero bueno ya abordaremos ese asunto en otro lado. La opinión pública en aquel momento fue intransigente. Sin tomarse el tiempo de tratar de entender su propuesta conceptual o escuchar su música, lapidaron a HMLTD con la roca de la apropiación cultural. Caos e intolerancia.
Les silenciaron la cuenta del ave, se comenzaron a caer varias de sus fechas que ya eran sold out, Sony les dio la espalda y un miembro abandonó el proyecto. Total que el impulso que traían se perdió. Después de dos años de incertidumbre decidieron que no darían un paso atrás, los cinco que quedaron buscaron zafarse de la disquera que los "proyectaría al estrellato", buscaron un nuevo sello y ahora después de múltiples dificultades presentan su disco debut.
"Bueno, para mí, el problema con el artículo es que estaba reforzando los estereotipos y sugiriendo que si usas maquillaje y eres extravagante debes ser gay. Y si eres heterosexual, debes usar una parka jacket de Pretty Green e ir a partidos de fútbol. Eso deja muy poco espacio para las personalidades intermedias", reveló Spychalski para NME en una entrevista posterior que data de noviembre del 2019.
En West of Eden también hay una crítica al capitalismo tardío y sus consecuencias económicas políticas y sociales. Inglaterra abandonó la Unión Europea y las repercusiones comienzan a ser visibles. Cuando la banda fue cuestionada por su posicionamiento crítico y su decisión de firmar con un sello mayor, respondieron acertadamente. Sus argumentos son racionales y lógicos. Sus cuestionamientos tendrían más resonancia desde una plataforma con gran exposición dentro de la estructura de la industria cultural que desde la marginalidad de Bandcamp.
En la portada del disco aparece un jarrón negro con la ilustración de la loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo, fundadores de Roma. La historia por todos conocida, el inicio de los grandes imperios y cimiento de la cultura occidental. En los videos hay referencias a la decadencia de occidente. La más estilizada y directa se encuentra en el video de "LOADED".
"Joanna" es una melodía para cantina del viejo oeste. Continuando con la esencia western, Where's Joanna? es una sentida pieza de rock burlesque. Con un sonido a la Martin Rev en modo pletórico, "Death Drive" nos arrastra un poco hacia la sátira y el drama. Un tanto pesimista, "Nobody Stays in Love" nos recuerda el desencanto de las relaciones fallidas y los apegos líquidos, todo con un matiz de electro rock opaco.
De nuevo, a lo largo de West of Eden, el escucha encontrará secuencias que le remiten a otros tantos proyectos musicales. Quizá el más evidente sea Iceage, pero eso se debe al parecido tonal y arrastre silábico que hay entre Elias Bender y Henry Spychalski. También hay pequeños pasajes en los que Death Grips, Bauhaus, Fat White Family (y muchos otras bandas que no voy a enlistar para no predisponer su atención) saltan al oído. No está mal, no es queja. Es su primer disco. Quizá el que escribe este texto está sobreinterpretando y no se puede desprender de sus referentes musicales.
HMTLD es una banda que se está abriendo paso por mérito propio. Merece ser escuchada, 1) por su capacidad artística como músicos; 2) por su actitud desafiante tan necesaria en estos tiempos. Ejemplo de persistencia y autocompromiso. No le describo la tercera parte del álbum para que vaya y lo escuche. Saque sus propias conclusiones; solo recuerde que se enfrenta a un material conceptual. Si hace falta deje reposar un tiempo y dele una segunda oportunidad en otro momento. Si aún así no lo atrae este proyecto, siga explorando con otras bandas emergentes. Indie Rocks! apuesta por 10 proyectos para 2020; da click aquí para descubrirlos. Si le he hecho desperdiciar el tiempo, vaya y reclámeme en redes sociales; me encuentra como @tiraparocarnal.