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Thrill Jockey Records / 2018
Después de cinco años, el cuarteto psicodélico originario de San Francisco, Wooden Shjips lanza su quinto álbum de larga duración, curiosamente titulado V., grabado durante el verano del 2017 y publicado vía Thrill Jockey Records.
A lo largo de la carrera de la agrupación, su sonido se ha encontrado como una combinación de experimental, minimalista rock drone y spacey psychedelic rock, no obstante en este nuevo material el ambiente torna un poco más relajado, sin dejar de lado el toque experimental y el fuzz, por medio de siete tracks Wooden Shjips concede una cálida odisea.
V. desea transmitir un acogedor sonido de verano, sin embargo, cuando comenzaron a grabarlo el año pasado, el sol se veía opacado por una serie de sucesos que abrumaban al país entero. Wooden Shjips creó temas describiendo aquellos momentos pasajeros de felicidad caracterizados por un agradable fuzz, texturas tropicales y crudas letras.
"Eclipse" abre el disco con una explosión de coordinados riffs y atmósferas psicodélicas que poco a poco dan paso a los siguientes tracks, donde sobresalen los solos de guitarra, zumbidos en el teclado que da color a los temas junto con un cálido y gradual fuzz, donde la banda de pronto regala ligeros sonidos de rock clásico.
Parte del disco fue grabado por Jason Powers en Types Foundry Studio en Portland, por otro lado las guitarras y las voces se grabaron en su mayoría en un agradable estudio casero de Ripley Johnson, donde definitivamente le da ese toque hogareño y afable.
Al llegar a “Staring At The Sun” y “Golden Flower” se crea una un esperanzador respiro, una especie de bálsamo, como aquel momento de felicidad en medio de una gran tormenta, lleno de paz y la belleza. El verano perfecto, sin sol atosigador, pero rebosante de optimismo y una energía pacífica.
V. se convierte en una narrativa de más de 40 minutos relajada y de construcción lenta, donde por medio de inquietantes sonidos agudos y la incomparable sensación de groove, Johnson nos regala algunas de sus canciones más representativas, como "Eclipse" y "Red Line", dos brillantes muestras de la sección rítmica estelar de Omar Ahsanuddin y Dusty Jermier.