192764
Hard Feelings — Hard Feelings

8

Hard Feelings
Hard Feelings

Domino / 2021

Artista(s)

Hard Feelings

Impresionante propuesta de baile a cargo de Amy Douglas y Joe Goddard.

Amy Douglas tiene la vocación de hacerte sentir en grande lo que sea pase por tu corazón, mucho de esto lo lleva en la voz y en la manera tan particular de escribir (Róisín Murphy lo puede confirmar), que en pocos minutos logra sintetizar ideas tan vistas cómo el amor, la ruptura o problemas de la vida cotidiana con una frescura que cualquiera de sus contemporáneas matarían por tener, de eso va el debut de Hard Feelings.

La edad en la industria de la música no es un indicativo de nada, pero es cierto que cuando dos personas con años de experiencia se juntan, hay poca charla y mucho trabajo. Douglas en compañía de Joe Goddard (una de las mentes detrás de Hot Chip) han creado un disco que grita por todos lados POP, pero que se envuelve en una gama de sintetizadores que navegan por el house, el dance, el electropop de principios de década y un aire vintage que parece cercano al filme, Paris is Burning.

El disco que tiene 8 temas pero que está cercano a los 40 minutos y se distribuye estratégicamente como si fuera una fiesta en la que el dolor es la excusa perfecta para reunirte e intentar reconstruir tu vida. Para esto Goddard ha hecho que las baterías estén presentes en todo momento, y los sintetizadores tengan participaciones oportunas, todo esto probablemente tiene muchas razones de ser: la primera, es que este disco está compuesto a partir de letras y melodías como fuente primaria y no la música. Por lo que en afán de mantener el protagonismo de su compañera Joe se decanta por un sonido más sencillo, minimalista a ratos, pero efectista. La otra es la larga duración de sus tracks. En la primera época del house en el mundo, era una constante tener canciones que mantuvieran el beat sin muchos aspavientos, pero con la energía suficiente para mantener las noches largas de fiesta, aquí la estrategia funciona, aunque los pone en contra de la inmediatez de la música actual en playlist.

Así el inicio en “Love Scenes” es deslumbrante, casi como entrar a tu propio Studio 54 actualizado, mientras una voz (no tiene otro nombre) retumba con fuerza en tus oídos para cantar con una cadencia dramática durante este y el resto de los tracks. Es curioso pero el dúo sale victorioso cuando se trata de extender las ideas a lo ancho, cómo en los 7 minutos de “Holding On Too Long” o el monologo de “You Always Know” que está destinado para usarse en el ballroom.

No hace falta hablar de las acrobacias vocales del disco, pero destaca cuando la profundidad y lo grave de la voz de Amy se compagina con el sonido de su compañero, que dan como resultado la magia que como dúo quieren demostrar. “Take You Down” pide a gritos una remezcla mientras ambos toman un poco de la sofisticación de Jessie Ware, para hacer una canción que seguro resistirá la prueba del tiempo.

En “Sister Infinity” la fiesta termina con un aire de esperanza o de llevar el drama a otro lado porque el ambiente parece que ya no encaja con la pista de baile. Sólo Amy Douglas sabe cómo llevar de un lado a otro tus sentimientos sin que te sientas invadido, mientras que Joe Goddard sabe que la mejor música no siempre es la más moderna, si no la que mantiene el nivel de calidad necesario y la que sintetiza mejor las ideas que se cantan. Una sorpresa para quien se tome el tiempo de escuchar este trabajo, porque créelo o no, es posible que alguien se identifique con tu dolor, pero además te acompañe a liberarte de el bailando.