09/Sep/2013
Goldfrapp
Tales Of Us
Mute
2013
Tres años después de haber lanzado Head First, un álbum que no convenció del todo, Goldfrapp, dúo británico integrado por Alison Goldfrapp y Will Gregory, regresa con un nuevo material: Tales of Us.
En el disco permea una atmósfera onírica con rolas cuyos ritmos las hacen más cercanas a canciones como "A&E", del álbum Seventh Tree; que a la más electrónica "Satin Chic", del Supernature; o a la mediocre y popera "Rocket", del ya mencionado Head First; y es que según sus propios miembros, Goldfrapp es una banda esquizofrénica que al igual que artistas como Beck y Nick Cave, tiene una paleta de sonidos muy amplia. Por un lado, el Goldfrapp orgánico, por el otro, el Goldfrapp de antro; aquel que permite les permite llevar a cabo sus fantasías de vestir atuendos glamourosos.
A través de 10 canciones con nombres de personas, la voz etérea de Alison nos narra un cuento de hadas, no sin alejarse de la oscuridad melancólica que tanto les agrada; el resultado, es un álbum acústico que con sonidos de pasos y pájaros, crea paisajes sonoros y momentos sumamente cinematográficos. Después de todo, no es coincidencia que la banda cite al multifacético David Lynch como una de sus influencias.
Tales of Us es un disco cuya simplicidad de guitarras deja no solo que la voz de Alison luzca, sino que permiten al que lo escucha perderse en un mundo de fantasías que combinan con un día de neblina. De todos los capítulos del cuento, destaca la base perturbadora de "Simone", la dulzura ambivalente de "Stranger" y la muy bonita "Alvar".
Los que extrañen el Goldfrapp electrónico, podrán conformarse con "Thea", que aunque mantiene la intimidad del resto del material, tiene un beat constante que la convierte en una de las más bailables del disco. Aunque quizá sea "Annabel" la que se perfile como la más exitosa, pues su coro repetitivo la convierte por mucho, en la más pegajosa.
El álbum, que comenzó a grabarse en Abril del 2011, sale oficialmente a la venta hoy a través de Mute Records. Para promocionarlo, la banda produjo una serie de cortos en blanco y negro dirigidos por Lisa Gunning. Además, habrá una edición limitada del disco, la cual incluirá un CD con material extra, un vinil, un DVD, un póster, una litografía y un libro.
Tales of Us es un material sólido de una banda experimentada, que con 14 años de trayectoria y más de cuatro nominaciones a los Grammys, puede darse el lujo coquetear con más de un género.
7
Sargent House / 2013
09/Sep/2013
La oscura, bella y siniestra Chelsea Wolfe, regresa con un cuarto material de sugerente y atinado nombre: Pain Is Beauty. El título del disco, su clásica portada y contenido, son un esfuerzo cautivador, arriesgado y un avance significativo en su carrera. Su capacidad para reinventarse es digna de reconocer; dejando atrás los pasajes de Apokalypsis y el folk gótico de Unknown Rooms: A Collection Of Acoustic Songs, Chelsea llega con un resultado en el que las texturas electrónicas e industriales marcan la pauta, pero sin desatender esos momentos introspectivos de oscuridad que tan bien sabe transmitir.
Un inicio que nos remonta al riff de “A Forest” de The Cure, elementos electrónicos sombríos, una línea de bajo al más puro estilo de Pornography (álbum clásico de la banda mencionada), y la voz paranoica de Chelsea Wolfe, hacen de “Feral Love” una gran apertura. Le sigue “We Hit The Wall”, una de las mejores del disco, en la que la señorita Wolfe hace uso de sus escalofriantes y fantasmales tonos vocales al acompañarse de una primitiva pero estremecedora batería.
Otro bello y tétrico momento es la desfachatez electrónica de “House of Metal”, que musicalmente se convierte en una de las cartas fuertes del álbum gracias al uso de instrumentos poco convencionales como el xilófono. “The Warden” es una regresión nostálgica a los sintetizadores y pasajes oscuros de los 80's, “Destruction Makes The World Burn Brighter”, más allá de riffs lúgubres, reverberaciones desquiciantes y una siniestra melodía, tiene un trasfondo pop que nos remonta al sonido de Phil Spector en la década de los 60's.
Chelsea Wolfe entra por primera vez en el disco a un territorio más introspectivo y denso con “Sick”, track de electrónica y melancolía pura. Después de “Kings”, que podría pasar como una gran canción de Portishead, el sonido se vuelve más limpio, menos transgresivo y semi acústico por momentos. “Reins” de nueva cuenta nos remonta a la voz de Beth Gibbons, pero en ésta ocasión, el ejercicio se vuelve tedioso y repetitivo.
La pesimista y funeraria “They “Lone”, aunada a "They'll Clap When You're Gone", nos introducen al gran cierre del álbum: “The Waves Have Come”, pieza de casi 10 minutos que desborda honestidad, emoción y atrevimiento, y “Lone”, una de las mejores canciones que ha escrito Chelsea Wolfe.
Pain Is Beauty es una experiencia satisfactoria, oscura y escalofriante por momentos. No es un álbum redondo ni será un clásico, pero es un esfuerzo interesante de una artista con una voz fantasmagórica. La belleza a veces está donde menos se piensa y Chelsea Wolfe lo desenmascara con jerarquía y elocuencia.
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