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Polydor Records / 2020
Tras cuatro años de espera, el tercer álbum de Glass Animals finalmente está aquí. Durante este lapso la banda atravesó por circunstancias difíciles, como lo fue el accidente de su baterista, Joe Seaward, lo cual los alejó de los escenarios antes de terminar el tour de su segundo material. Sin embargo, Dave Bayley y compañía lograron regresar de manera espectacular ofreciéndonos Dreamland, un disco de 16 tracks cuyo sonido inevitablemente te hará bailar y olvidarte por 45 minutos de la oscura realidad mientras te adentras en un sueño neón con toques retro.
A pesar de que el disco fue grabado previo a la pandemia, el tema que le da el título al LP está impregnado de una nostalgia que nos hace recordar mejores días y reflexionar acerca del momento en el que estamos ahora. “You’ve had too much of a digital love, you want everything live, you want things you can touch” canta Bayley, como si hubiera sabido lo que se avecinaba, acompañado de una suave melodía que se adhiere a tu mente y te da la esperanza de que pronto las cosas estarán mejor.
“Tangerine” recupera su optimismo y ritmo acelerado característico. Es una canción perfecta para el verano y no podemos dejar de imaginarnos escuchándola en algún festival una vez que las circunstancias lo permitan. El ritmo cambia con “Hot Sugar”, un tema más relajado y pegajoso, perfecto para disfrutar de una tarde sin pendientes mirando el techo de nuestro cuarto.
En “Space Ghost Coast To Coast”, abordan la violencia armada a manera de una conversación en prisión con un amigo de la infancia. Dave Bayley balancea elementos de hip hop con beats sintetizados mientras trata de descifrar cuándo fue que aquél niño que conocía se convirtió en un criminal.
Sin duda una de las pistas con más energía es “Tokyo Drifting”, su colaboración con Denzel Curry y primer single del disco. Los estilos de ambos artistas se mezclan a la perfección para regalarnos un tema que conserva el pop alucinógeno de la banda con las exquisitas barras del rapero.
Tanto “Your Love (Déjá Vu)” como “Waterfalls Coming Out Your Mouth” sorprenden con su energía explosiva que te harán escucharlas sin parar. El magnífico crescendo en “It’s All So Incredibly Loud” nos remite a ésos silencios eternos en las conversaciones donde los sentimientos están a flor de piel y nos mostramos como realmente somos: humanos.
“Domestic Bliss” se apropia de nuestros corazones con una historia de violencia doméstica acompañada de una melodía onírica que continúa mostrándonos el camino neón a lo largo de la parte más obscura de este sueño. “Heat Waves” en cambio, nos muestra un ángulo más esperanzador de Glass Animals en el que se sirven de una letra sincera y melancólica con un ritmo más rápido que contrasta con la tierna voz de Dave Bayley.
Los cuatro interludios en los que se apoya el LP sirven como una mirada a la niñez de Dave. Una infancia rodeada de amor maternal, películas en VHS, caricaturas matutinas y juguetes en el suelo.
Finalmente, en “Helium” volvemos a escuchar las mismas notas que sonaron al inicio, dándole un cierre perfecto a este sueño. La tragedia por la que la agrupación atravesó se siente en la música. El pop que escuchamos aquí refleja el trauma y la vulnerabilidad que deja un evento de nuestro pasado y Dreamland es Glass Animals aceptando y aprovechando el dolor para enfrentar la incertidumbre del futuro y salir victoriosos ante la adversidad.