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Warner Music / 2015
“Mi madre solía llamarme Sonny Boy. Y cuando empezaba a tocar, los compañeros de la escena musical me conocían como Slim. Entonces, es esto, es mi historia”, cuenta Gary Clark Jr., mientras una sonrisa se esconde en su rostro y su mirada esquiva a la cámara que lo graba para su canal de YouTube. Cuando termina de explicarse, simplemente alza los brazos para demostrar que no hay más. Es él, de frente.
El primer paso que da para contar su historia, es exponerse. "The Healing" tiene una de las líricas más simples del disco, pero también es una de las más sinceras: “Esta música es mi cura”. Esa introducción también le da tono a la producción discográfica. Sonny Boy va, como siempre, de la mano de su guitarra con ritmos de blues, y el efecto de su voz busca profundidad.
Para crear este álbum, el músico texano se encerró en un estudio con la intensión de traducir todo lo que sonaba en su cabeza hacia las bocinas, al 100%. Clark Jr. dice que lo dejaron hacer todo el ruido que fuera necesario hasta dar en el clavo. Y cuando lo explica, su tranquilidad demuestra que lo consiguió.
En el recorrido que hace The Story of Sonny Boy Slim resalta también la participación de coristas en las líricas de Gary Clark. Ellas cantan suave, provocando ecos. "Star" y "Church" son ejemplos de estos coqueteos con el soul y el góspel, que también dan vida a la música de Slim.
Aunque las temáticas de las canciones varían, hay dos constantes: la fe y la esperanza. Hace poco, Sonny Boy Slim se convirtió en padre y ese regalo resignificó, entre muchas cosas, su profesión. Además, la intensidad del disco proviene del mundo y atraviesa al autor. Los versos más duros tienen trasfondos como los conflictos raciales en Ferguson y Baltimore o las crisis económicas, los desastres naturales y la violencia. Entonces, la fe y la esperanza son las aspiraciones de este artista.
En la portada del álbum, el más pequeño Sonny Boy Slim sube a un camión escolar, que no tiene destino. El trayecto comenzó hace casi 20 años y sigue rodando. Sobre su última parada, este álbum, la satisfacción más grande para Gary Clark Jr. sería “unir a la gente”. Al reverso, ya que acabó el disco, se ve al camión partir.