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4AD / 2020
Hablamos no hace mucho. ¿Tres años? ¿Estás seguro? Me parece que fue menos. Tenía en mente que habían sido un par de meses. ¿Cómo he estado? Bastante bien. Recuerdas que la última vez te había dicho que me sentía muy solo, ahora estoy un poco mejor. Han vuelto esos fantasmas por las noches de tormenta, cuando la lluvia golpea fuerte en las ventanas y el viento tira las ramas de los árboles. Si el granizo azota en el techo siento más miedo. Sí, sigo viviendo solo. En el octavo piso. No, para nada, no le marco a nadie, no quiero que se preocupen si alguien les marca a las cuatro de la mañana. Ya sé que debería hacerlo, pero trato de calmarme por mi cuenta. ¿Qué hago? Pues escucho música hasta volver a dormir, hasta que me pierdo entre dos líneas oscuras. En estos días estoy escuchando el nuevo álbum de Future Islands, As Long As You Are. Qué curioso título para estos días, Mientras que tú estés. ¿No lo crees?
Creo que te he hablado de esta banda, es de Baltimore, de un sonido particular agrietado por las líneas del pop, el rock y sus derivaciones como el synth pop y el indie rock. As Long As You Are es su sexto álbum en 14 años que llevan de formación. Aunque digas que no, estoy seguro que te he comentado sobre su música marcada por un bajo y una batería rítmica, que suenan como un corredor en un maratón, siempre constante, siempre con la mirada hacia el frente. Lo más interesante es el sintetizador melódico, nostálgico, melancólico. Este corredor se desplaza frente a un cielo rojizo al que aún no le cae la noche. En el horizonte se pierde el sol y queda su resplandor. En este álbum el sintetizador emite las notas recurrentes en la banda y aparece de la misma manera, y es que para bien o para mal no hay reinvención, sino repetición. Future Islands es de esas agrupaciones que puedes identificar perfectamente. Una amiga dice que siempre suena igual, y sí, algo hay de verdadero, y qué bueno también, que su música sea constante, que sea ese puñetazo en el pecho, sea ese estrujamiento de órganos en lo más recóndito del ser humano o el impulso por golpear una pared cuando el inconfundible Samuel T. Herring gruñe. Grrrrr.
La producción está en manos de la propia banda y a excepción de algunos temas, la composición sigue siendo muy similar a Singles o The Far Field . Hay algunas diferencias con respecto a sus dos trabajos más recientes, en algunas canciones explotan otros sonidos del sintetizador, más cálidos y brillantes o más complejos de lo que había presentado, de una forma distinta. Por ejemplo, el track inicial, “Glada”, no es una canción que se parezca a alguna otra de su repertorio. Es lenta y aunque haya un tintineo muy usado en sus canciones, tiene una atmósfera atípica, misteriosa. La letra habla sobre el Milano Real, un pájaro que el vocalista veía constantemente durante su estancia en el sur de Suecia, en donde vive con su pareja, la actriz Julia Ragnarsson (Midsommar).
“Born In A War” es otro extracto de esas diferencias, sutiles, pero presentes. El grito explosivo casi al final, en un tercer acto, cuando todo apunta a que “eso” sucederá pero que no ocurre en el momento en que creías. Simplemente es un sorpresivo efecto de reafirmación. Es como cuando descubres que el asesino en la película es quien creías y te emociones mucho. Un tema para los hombres que crecieron en ambientes hostiles y se les dificulta abrirse y llorar. “Juras que cuando un hombre fuerte llora es cuando un hombre fuerte muere”. Y un gruñido que proviene del alma se alza: “Mira dentro de los ojos de un hombre fuerte”.
Deberías escucharlo en los días de dudas y reflexiones. En los momentos en que te sientas perdido. Sientes que te habla directamente, que está escrito para ti. El sintetizador de Gerrit Welmers tiene también momentos alucinantes. En “I Knew You”, una canción perfecta en que la banda explota en su totalidad la parte electrónica, ya sea la producción a través de la batería con un sonido retardado o el teclado que parece tocar una nota fúnebre al principio, mientras que en el coro el sintetizador produce un sonido que asemeja un animal retorciéndose. ¿Te lo imaginas? “I Knew You” es una canción para cuando te has desvelado y el cielo se abre de azul oscuro a uno claro ante tus ojos.
Y en las canciones que son muy “Future Islands”, es decir, esas en que puedes reconocer fácilmente que se trata de un tema de la banda hay formas sonoras que te atrapan. El corredor pasa junto a ti, te toma de la mano y comienzas a correr también. No sabes si vas a un lugar o estás huyendo, pero corres. En “Waking” sucede con los destellos electrónicos del sintetizador y en el coro que en su forma está compuesto por estrofas más breves, pero es más extenso. Y después vuelven a destellar los tonos brillantes. Fuegos artificiales en el espacio abierto.
Sírveme otro trago amigo, por favor. Ya es el último. En serio. Sé que es tarde, pero no me quiero ir a mi casa. Está muy sola. Además aún no acabo de hablar de As Long As You Are. El último tema, “Hit The Coast” es espléndido. Es el tema que pondrías cuando vas en coche por un viaje largo en carretera. Automáticamente te va llevando cuando Sam canta, “si no puedo pelear, no perderé por ti, así que sin ti golpearé la costa”. Esto mientras el bajo jala unas notas brillantes del sintetizador. Y la batería es el equipo de llantas sobre las cuales va toda la maquinaria. Sí, te digo que es un tema muy de la banda, el de huir, alejarte de los problemas, estar contigo, pensar tu vida, pasar tiempo solo. Las letras son más abstractas que en piezas previas. No son tan claras como lo eran en The Far Field o Singles. Future Islands suena a Future Islands y qué bueno, lo celebro.
Vamos a hacer esto, por qué no me das la botella, está a punto de llover y creo que quiero estar a solas.