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Hyperdub / 2016
La forma en cómo percibe el mundo Fatima Al Qadiri es muy peculiar. Nació en Senegal para pronto mudarse a Kuwait y explotar su potencial en Nueva York. Se desarrolló como artista visual, y con casi un lustro como productora, ha conseguido una personalidad atractiva y muchos adeptos.
La DJ está de estreno con Brute, su segundo disco, donde saca a flote toda su experiencia con los varios EP y remixes que lleva a sus espaldas; además de ser parte de Future Brown -uno de los proyectos más interesantes en el mapa musical-, por lo que pasar un buen rato está garantizado.
Brute es un disco amenazador y futurista desde su portada, un telettubie vestido de algo que parece un policía antimotines con una mirada desorbitada. Trabajo a cargo del artista Josh Kline, esta vez el exterior define bien que nos vamos a encontrar con una placa poco convencional, oscura y con un sutil contenido social.
Contrario a Asiatisch, su primer álbum, que estaba lleno de influencias orientales y sonidos árabes, algo que representaba más sus orígenes, ahora mantiene una base sonora y explota otros elementos como las cuerdas; casi siempre hay un chelo poderoso penetrándote los oídos y sintetizadores que cantan, y otro de los componentes son voces que narran una protesta que se sale de control.
Es un disco destinado a crear atmósferas, con bajos potentes y a veces una forma brusca de terminar las canciones. No es una placa que te ponga a bailar, parece ser que funciona mejor como un acompañante, un complemento y no necesariamente el centro de atención.
Cortes como “Blood Moon”, “Curfew” o “Power” le dan identidad al material y deja la sensación que 36 minutos quedan un poco cortos. En resumen, es un disco muy agradable y puede definirse como la suma del choque cultural que Fatima ha experimentado: es una artista en pleno ascenso.