Favoritos

Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.

90310
Fatima Al Qadiri – Brute

8

Fatima Al Qadiri – Brute
Fatima Al Qadiri – Brute

Hyperdub / 2016

Artista(s)

Fatima Al Qadiri

La expresión de Fatima Al Qadiri.

La forma en cómo percibe el mundo Fatima Al Qadiri es muy peculiar. Nació en Senegal para pronto mudarse a Kuwait y explotar su potencial en Nueva York. Se desarrolló como artista visual, y con casi un lustro como productora, ha conseguido una personalidad atractiva y muchos adeptos.

La DJ está de estreno con Brute, su segundo disco, donde saca a flote toda su experiencia con los varios EP y remixes que lleva a sus espaldas; además de ser parte de Future Brown -uno de los proyectos más interesantes en el mapa musical-, por lo que pasar un buen rato está garantizado.  

Brute es un disco amenazador y futurista desde su portada, un telettubie vestido de algo que parece un policía antimotines  con una mirada desorbitada. Trabajo a cargo del artista Josh Kline, esta vez el exterior define bien que nos vamos a encontrar con una placa poco convencional, oscura y con un sutil contenido social.

Contrario a Asiatisch, su primer álbum, que estaba lleno de influencias orientales y sonidos árabes, algo que representaba más sus orígenes, ahora mantiene una base sonora y explota otros elementos como las cuerdas; casi siempre hay un chelo poderoso penetrándote los oídos y sintetizadores que cantan, y otro de los componentes son voces que narran una protesta que se sale de control.

Es un disco destinado a crear atmósferas, con bajos potentes y a veces una forma brusca de terminar las canciones. No es una placa que te ponga a bailar, parece ser que funciona mejor como un acompañante, un complemento y no necesariamente el centro de atención.

Cortes como “Blood Moon”, “Curfew” o “Power” le dan identidad al material y deja la sensación que 36 minutos quedan un poco cortos. En resumen, es un disco muy agradable y puede definirse como la suma del choque cultural que Fatima ha experimentado: es una artista en pleno ascenso.