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Superchunk
I Hate Music
2013
Si uno no supiera que Superchunk es un longevo acto de pop rock con más de 20 años de trayectoria, uno pensaría que está escuchando la ansiedad y emoción de algún adolescente que recién llegó de clase de química en la secundaria, de quienes se proclaman siempre jóvenes que no es que rehúsen a madurar, sino que no hay que crecer, superar o dejar atrás; se es quién es y no hay nada que ocultar.
Este es el trabajo de una banda atemporal, que más por el tono agudo en la voz de Mac McCoughan o las letras sobre desapego y frustración, aún se escucha la energía de un quinceañero en las guitarras y se siente la pasión de un eterno adolescente sobre la batería. Hay entrega y honestidad ¡Hay rock and roll, maldita sea! Sonido pop rock del más clásico de la mano de quienes le dieron forma desde los 90’s hasta nuestros tiempos.
“Out of the Sun”, “Void” y la grandiosa y antémica “Low F”, son temas que otorgan la gracia donde sí bien unos los pueden identificar como indie rock teniendo como congéneres a Archers of Loaf, The Posies y Weezer, otros sin problema pueden señalar que pertenecen al sonido pop punk de The Lawrence Arms, Lagwagon y Teenage Bottlerocket.
Originarios de Chapel Hill en Carolina del Norte, el primer álbum de Superchunk data ya de 1990; tras otros 7 álbumes, unos mejores que otros, que ayudaron a moldear géneros y escenas durante la década, la banda silenciosamente se retiró en el 2001 regresando nueve años después de proyectos alternos, retiro e introspección.
Un disco de nombre Majesty Shredding no solo logró que regresarán con todo a la escena musical, sino les otorgó su merecido estatus de referencia cuando se trata de indie, alternativo, pop rock, post hardcore y cualquier otro género que quieran encontrar en estos 11 nuevos temas sobre amor y muerte. “Odio la música ¿de qué me sirve sí no puede traer a la gente de regreso a la tierra?” revela que hay fuerzas aún mayores como motor creativo.
I Hate Music no es un disco donde se invente un nuevo género, se redefina un estilo o se cimbren las bases para nuevas direcciones, pero, caray, es un álbum de pop rock infalible, brillantemente producido, hecho con el corazón y la cabeza, con toda la sinceridad que puede llevar un coro que dice la canción “Low F”: “Te perdiste mi pregunta, pero ahí tienes mi respuesta, y la tienes hasta mi último aliento”.