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Asian Dub Foundation
The Signal and the Noise
2013
La sociedad británica posee una gran complejidad debido a su antigüedad, a su pasado colonialista sustentado en un militarismo que afianzó al Imperio, a sus ganas de conquista. Hoy día se trata de una agrupación de pueblos voluntaria en algunos casos e impuesta en otros. A fin de cuentas arrojó un mosaico multi-racial que se maximiza en Londres, la ancestral capital de esa monarquía. Más allá de la idílica visión que el gobierno ha querido vender, la convivencia entre inmigrantes y locales no ha sido fácil. No falta quien los sigue viendo como extraños y una amenaza para el sector más conservador de Inglaterra.
Es por eso que cuando quiero explicar la historia de Asian Dub Foundation suelo apoyarme en la gran novela El Buda de los Suburbios (1990) de Hanif Kureishi, un escritor que en si mismo representa el entrecruzamiento de Pakistán y Gran Bretaña. En aquella se aborda el difícil proceso de adaptación de los jóvenes anglo-pakistaníes a las reglas y la realidad que el Reino Unido les calza. Tienen un pie en la nación de la que proceden sus padres, pero también son seducidos por la forma de vida occidental –la cultura rock incluida-; los personajes tienen que hacerle frente al racismo, a la falta de opciones laborales y cierto desencanto generacional. Aun así, Karim –el protagonista- no ceja en sus empeños de insertarse en el ambiente artístico y convertirse en actor de teatro.
La vida en el barrio es dura. Cada minoría busca agruparse para salir adelante, y es así como en 1993 un grupo de activistas confluye en torno del London Community Center ofreciendo talleres para jóvenes y de pronto son invitados para tocar en un concierto contra el racismo. El Dr. Das se une con uno de sus alumnos, el rapero Deeder Zaman, y a un promotor de los derechos civiles, DJ Pandit G. Allí está la semilla de Asian Dub Foundation. A unos meses de haber arrancado incorporan al guitarrista Chandrasonic y un poco después a Sun-J. El escuadrón estaba completo para dar rienda suelta a una furiosa combinación de reggae, drum and bass, sonidos tradicionales de la música india, punk, y rapeo al estilo raggamuffin; debutan oficialmente en 1995 con Facts & Fictions y no se detienen. Incluso su álbum de 1998, Rafi`s revenge es nominado para los influyentes premios Mercury.
Un colectivo conformado por personalidades tan fuertes no se libra de conflictos internos que se acrecientan por las obligaciones familiares y la diferencia de intereses. ADF experimentan un ir y venir de músicos, pero no cejan en la defensa de sus ideales. Estas tensiones redundan en una disparidad en cuanto a los alcances de cada LP. De su lado tienen una férrea perseverancia. No se desmoronaron ni cuando el Dr. Das decidió apartarse por un tiempo.
Para los autores del soundtrack de la película El Odio (que también tocan en vivo) la palabra derrota no está en su vocabulario; es por eso que regresan este año muy fortalecidos por el regreso de algunos músicos y con un disco de madurez: The signal and the noise (Beat Records, 2013).
Sus críticos apuntan que no deparan sorpresas; para contradecirlos me apoyaré en dos temas: “Qutar minar” nos revela que han estado atentos a lo mejor de la música contemporánea. Se trata de una canción que abreva del estilo de Tv On The Radio; lo que no es un asunto menor. Una de las bandas afroamericanas más importantes influyendo en un collage de sonidos y fraseos asiáticos. Mientras que “Radio Bubblegum”, que puede hacernos acordar a The Clash y Mano Negra, además de conservar el estilo característico del grupo y un sampleo radiofónico, en su parte final la guitarra alude a la manera de tocar, nada menos, que de Tom Morello, en sus años con Rage Against the Machine.
Su discografía consiste en una decena de álbumes (sin contar dos lanzamientos exclusivos para Francia) y en cada uno se filtra un lenguaje beligerante y un torrente lírico enfocado a los temas sociales y políticos ¿Acaso no son suficientes estos agregados al repertorio de una banda veterana? Por si no basta, tienen a un puñado de vocalistas invitados (Shama Raman, LKS, Naga MC, Imphal Talkies y más) y a un productor muy reputado en los controles del disco nuevo. Adrian Sherwood, cuyo palmarés incluye a Depeche Mode, Primal Scream y Nine Inch Nails, entre otros, pero especialmente a Coldcut, agrupación que también destaca a la hora de agregar muchos matices étnicos.
La puesta en directo los llevó a las Arena O2 y al circuito veraniego de festivales. La inclusión del baterista Rocky Singh y el vocalista Ghetto Priest ha agregado gran potencia. The Signal and the Noise señala que esta historia dista mucho de estar concluida. Ahora se prolonga con 13 temas nuevos, si contamos “Psychosamba” (un bonus track supuestamente para la edición japonesa pero que circula en la red). Tanto “Bnadh Bhenge Dao”, con la participación de The Gandu Circus como “Your World Has Gone” (en la que brilla la voz de Shama Rahman) amplían los registros; nos hacen ver la combatividad no está reñida con la creatividad. El combo encontró nuevas señales para seguir la marcha y el ruido que producen anuncia que las batallas más reñidas aun estar por venir.