Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
7
Mexican Summer / 2022
El proyecto encabezado por Michael Collins, Drugdealer, nos presenta su tercer álbum de estudio, Hiding In Plain Sight, a través del sello Mexican Summer.
Este material marca el regreso de la banda, luego de tres años del lanzamiento de Raw Honey (2019), que los establecía como uno de los actos más llamativos de la escena independiente, reafirmando lo hecho en su debut The End of Comedy (2016), hace seis años.
En esta ocasión, Collins y compañía deciden dar un giro a su estilo, endulzando su música, con un pop empalagoso de mediados y finales de los 60, mucho más elaborado y monumental. Una obra experimental que sirve para medir la confianza adquirida por Collins en estos últimos años, como compositor, músico y sobre todo cantante, la cual se pone desde el primer momento con “Madison” tema de apertura, que se sume por completo en estos nuevos sonidos melosos de soft rock; guitarras sencillas, baterías acompañantes y voces corales, los cuales componen esta clásica evocación a la figura femenina ausente e idealizada, y que sirve para tantear el terreno.
Mientras que “Baby” junto a Tim Presley, se desata por completo con secciones de viento, arreglos instrumentales más grandes y llamativos. Es el momento más lúdico del disco, por un instante se olvidan de ellos mismos y se asumen realmente como una banda de pop sesentera.
“Pictures of You” en la que lleva la voz Kate Bollinger, convierte a Drugdealer en un grupo de acompañamiento, para presentar un acto digno de las grandes divas del folk de la época. Mención especial al interludio “To Live and Drive in LA” que deja ver la complejidad de los ritmos y sonidos del disco, y como no son meras imitaciones, sino que están construidos con delicadeza.
Por último, destacar “Hard Dreaming Man” que desentona con el resto de temas, pero lo hace de buena manera, transita más por el glam rock, pero se mantiene en el suelo gracias a una buena dosis de folk y country, elevando la línea que trabajaban en materiales anteriores.
En conclusión, es un buen álbum, se maneja bien sobre los límites autoimpuestos, no rompe en ningún momento con el personaje, logrando un sólido concepto. También mantiene el espíritu colaborativo de Drugdealer, que sumado al mayor protagonismo de Collins como vocalista, dotan al disco de más niveles de interpretación, cosa que se agradece. Ya no es un grupo que trabaja para alguien más, ahora lo hacen para sí mismos., revelando un secreto que durante estos años se mantuvo oculto a simple vista.