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2014
A medida que pasan los años se hace más difícil encontrar jóvenes talentos que pongan en práctica un sonido particular y novedoso, alejado de todos esos grupos con los que todos hemos crecido. Buen ejemplo de ello son Drowners, pues no es necesario escucharlos demasiado para darte cuenta de que estos cuatro chicos de Nueva York tienen un estilo que se basa en las líneas marcadas por otras bandas como The Libertines, The Strokes e incluso Arctic Monkeys.
Sin ir más lejos, la música de Matt Hitt y los suyos tiene grandes similitudes con la antigua banda de Pete Doherty. Los rápidos cambios de acordes, las melodías vocales y el tono de voz casi idéntico al de Carl Barât son aspectos que inevitablemente restan originalidad a su sonido. En su defensa, es cierto que ninguno de esos grupos con los que se le compara ha inventado este estilo, así que si eres capaz de mirar más allá de sus influencias te darás cuenta de que la calidad de esta banda es total.
Hace escasas semanas lanzaron al mercado su primer LP homónimo bajo el sello Frenchkiss Records, un álbum de debut sólido, en el que su música nos trae cierta nostalgia recuperando en algunos momentos los valores del rock de la vieja guardia. Sus sucias guitarras, las relajadas voces y los optimistas ritmos de sus canciones conforman una reminiscencia de los sonidos más ingenuos y esperanzados del pasado.
Un trabajo en el que la mayoría de sus canciones aceleran a un ritmo elevado, que aunque nunca llega a alcanzar la velocidad del punk, sin duda se mueven más rápido que muchas de las bandas del género. Quizá esa coherencia en los temas favorece a este disco, ya que fácilmente podría haberse convertido en aburrido si no fuese porque la duración de cada corte no supera los tres minutos.
El álbum abre con “Ways To Phrase A Rejection”, un tema perfecto para situar a la audiencia rápidamente; corto, directo y fácil de escuchar. Enseguida nos encontramos con “Luv, Hold Me Down”, claramente el punto culminante de este disco, cuyo pegadizo ritmo y un trabajo de guitarras maravilloso se juntan con las juguetonas melodías que dibuja el carismático Hitt.
La lista de canciones continúa con “You've Got It Wrong” y “Pure Pleasure”, con un estilo muy similar y sin cambiar el tono en prácticamente en ningún momento, en los que la ingenuidad de sus letras y sus brillantes riffs nos hacen recordar los añorados ecos de The Cure o The Smiths. Sólo llegando a “A Button On Your Blouse “parece que la cadencia se rompe y nos muestra algo distinto al resto.
Drowners es sin duda un placer para escuchar; optimistas, agradables y con una versatilidad de la que es difícil escapar. Si lo que buscas es relajarte, o bien levantarte de un salto y bailar sin parar, esta es la banda sonora perfecta.