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Infectious Music / 2013
Tras concluir el festival Glastonbury, Tom Watson, controvertido político del partido de oposición de Inglaterra (The Shadow Cabinet), escribió una breve y detallada crónica acerca de su experiencia en el evento. Su nota criticaba la actuación de The Rolling Stones, describía a Arctic Monkeys como una banda “entretenida” y galardonaba a los pequeños grupos provenientes de pueblos de Gran Bretaña.
Horas después de publicar su reseña, Watson mandó una carta a Ed Miliband, líder del partido donde éste era militante, renunciando cabalmente a sus actividades políticas señalando: "Los líderes políticos no pueden ser vistos en polvorientos campos escuchando bandas de rock, así que Ed: sé el gran líder que puedes llegar a ser, pero trata de tener una vida real también. Y si quieres escuchar a una increíble banda, te recomiendo a Drenge".
Posteriormente, este dúo inglés se volvió el centro de atención de medios especializados en música, cosa que funcionó como agua de mayo para la promoción de su álbum homónimo. Este primer material se condensa en un ambiente ruidoso, progresivo, grunge, desfigurado y rasposo con tintes de punk sobre entintadas por su influencias blueseras.
Hay cortes lúdicos que te harán recordar la efervescencia de los desaparecidos White Stripes, mientras que temas como “People In Love Make Me Feel Yuck”, “Bloodsports” y “I Don’t Want To Make Love To You” te remontarán al In Utero de Nirvana. Eoin y Rory Loveless emprenden lo propio, dejándose cubrir por la mesura que provoca una atinada superposición de prolongados y distorsionados riffs con irascibles líneas de percusión.
Este dúo originario de Derbyshire no es solo controversias y encrucijadas políticas, las líricas de los hermanos Loveless son marca registrada del aburrimiento y el ocio que genera el desempleo en momentos para nada tan estables. Un álbum que funge como invitación para destapar nuestras cabezas y beber el crudo contenido incoloro e insípido que probablemente habita en ellas.