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Sub pop / 2017
Desde sus inicios en 2014, la banda de Rhode Island ha sido aclamada por la crítica y fanáticos del género. Sin embargo, es tiempo de pasar de una banda prometedora a consolidarse como la nueva sangre del punk, una generación que mira hacia atrás y que solo busca innovar en ciertos aspectos, sobre todo en los temas que buscan defender o atacar.
Downtown Boys inician su primera arremetida con “A Wall”, que hace referencia al famoso muro fronterizo que prometió el presidente Donald Trump a principios de su mandato. Teniendo integrantes con ascendencia latina era un asunto que no podían ignorar. Este tiene un ritmo enérgico pero menos agresivo a lo que nos tienen acostumbrados, por lo que se ve la mano de Guy Picciotto, quien produjo el disco.
Pronto, el grupo vuelve a su clásico sonido con “I’m Enough (I Want More)”, anunciado por el grito de Victoria Ruiz. Hay un buen trabajo instrumental, incluso si se presta atención podemos encontrar un estilo parecido al de X-Ray Spex, pero las estridentes e incomprensibles vocales opacan todo lo demás.
Le sigue “Somos Chulas (No Somos Pendejas)”, que para sorpresa de muchos es una canción completamente en español. Esto no es un acierto por completo, ya que pierde la alusión femenina para las personas que no están familiarizadas con el idioma. A pesar de eso es uno de los temas más sobresalientes del disco y sin duda se convertirá en un clásico de la banda.
En cuestión lírica “Promissory Note” es de lo más destacado, además de que viene acompañado de un ritmo vivaz, en el que se puede ver la gran influencia de agrupaciones punk de la década de los setentas, sobre todo por el saxofón, que hace una incursión excelente.
Con “Because You” hay un cambio notable, pues comienza con un intro aletargado de más de un minuto, aunque después explota con increíble poder en las percusiones y la guitarra, no se justifica. Aun así cabe mencionar que este es otro de los temas bilingües.
Para “Violent Complicity” los instrumentos se vuelven más ligeros, lo que hace que destaquen las vocales. Esto se repite con “I Can’t Wait”, donde los coros son repetitivos pero muy enérgicos.
Ya acercándonos al final tenemos otro título en español, “Tonta”. Este tiene una sólida línea de bajo y un impresionante sonido por parte del bajo. Un buen tema para darle paso a “Heroes (Interlude)”, a pesar de que es común que un grupo de este tipo de declaraciones, el tono de voz no es el correcto y pudo ser cambiado por algo más dinámico.
“Lips That Bite” es una de las últimas sorpresas que tiene el álbum, pues se presenta con todo el estilo de grandes proyectos como The New York Dolls o Tuff Darts. Las vocales son geniales y todos los elementos que la acompaña. Por fin se puede ver una producción que es inmejorable y es preciso destacar el uso de un sintetizador y el increíble solo de saxofón.
Podemos decir que “Clara Rancia” es la última canción, pues “Bulletproof (Outro)” es otra manifestación hablada del grupo, la cual prefiero no comentar y solo pedirles que la escuchen con atención.
Tal vez Cost of Living no sea el disco del año pero será de los más importantes, ya que es el lanzamiento con mayor alcance dentro del punk, un género muy necesario por los tiempos que estamos viviendo. Además, con los temas en español el grupo logra más que representar al sector de inmigrantes en Estados Unidos, sino que se abren paso entre América Latina. Tanto nosotros como tú, lector, le estamos dando la oportunidad a una banda, y quien sabe, tal vez estemos ayudando a resurgir todo un movimiento.