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Dorian — Justicia Universal

9

Dorian
Justicia Universal

Intromúsica Records / 2018

Artista(s)

Dorian

13/Jun/2018

Justicia Universal: Los once manifiestos de la franqueza libertaria.

Los malos no son tan malos, y los buenos tampoco son tan buenos. Irónico. Esta dualidad idealista a veces suele darnos sorpresas al reflexionar en sus accionares, que al final nos llevan a un desenlace filosófico completamente inesperado. Hablar del bien y del mal ha estado en nuestro discurso vital desde siempre, y es lógico que en la música se aborde tanto un tema que ha sido parte de nuestro ciclo como mortales.

Esta vez, los encargados de desmenuzar esta ambigua disputa es Dorian, que tras un largo periodo sin material nuevo, este año regresa pisando fuerte con Justicia Universal, donde la franqueza es la única libertad que vuela. El álbum conjuga un manifiesto en cada tema, que van desde la dependencia, la vida ingrata, los amigos cínicos, hasta un posible desenlace del mundo terrenal. Un vaivén entre lo bueno y lo malo, lo superficial y lo oculto, la libertad y el silencio.

El quinto álbum de larga duración de los oriundos de Barcelona es una contribución de exquisita lírica, siendo este ya un común denominador en la discografía de los catalanes gracias al trabajo de Marc Dorian con la pluma, aunado a un estilo musical que evoca por momentos los matices de La ciudad subterránea.

Si bien esta nueva producción está más apegada a su característico híbrido electrónico-new wave de la banda, y se olvida de explorar nuevos paisajes auditivos, si ofrece algunos destellos de innovación, es “Vicios y defectos” un ejemplo claro, inclinándose hacia un estilo más techno, aderezado con un gran acierto, la inclusión de Javiera Mena en las voces.

Siendo “Noches blancas” el track que inaugura el disco, se puede sentir la solidez lograda en esta placa, donde se proyecta un cúmulo de deseo por decirle a ese alguien que tenga la piedad para voltearte a ver. También nos damos cuenta desde el principio cómo la empatía en la lírica es profunda para aquel que la escucha y después la asimila. La sinceridad de reflejar problemáticas comunes entre personas comunes ya no es un nicho que se esté explorando actualmente, siendo este factor un verdadero sinodal para aquellos que deseen alejarse de la falsedad y las banales aspiraciones materiales.

Posteriormente, el ejercicio de auto crítica en “Algunos amigos” deja expuesto el gran trasfondo con que se puede desahogar quien sea en el momento que sea, teniendo también una pequeña dosis de ironía en su relato.

Por su parte, “Duele” es un balde de agua fría, esa bofetada de realidad que nos recuerda los más frecuentes pesares existenciales, aquellos que atormentan y son capaces de trascender en los andares de las materias que habitan. Complementada con la colaboración de León Larregui –que ya había participado anteriormente con Dorian en "Simulacro de emergencia"– es quizás una de las cartas más fuertes del disco.

Resalta también la fuerza de “Justicia universal” como una visión hacia una futura destrucción, que a través de sus geniales líneas de bajo empoderan aún más el espíritu de la canción. “Buenas intenciones” es otro buen zarpazo de innovación en el estilo de la banda, donde una lúgubre pista acompaña a Marc y a Nita como invitada. El mensaje es claro: levantar un imperio con estrellas. Ya encaminados al cierre, nos encontramos con “Señales”, que contiene un placentero guiño a The Smiths, que no tiene que ver precisamente con su sonido, pero que si acaba siendo un elemento clave dentro de la pieza.

La cereza en el pastel se encuentra en la completa y entrañable “Hasta que caiga el sol”, una hermosa carta hacia un ser especial, trascendente, que se le aclama pidiendo su retorno a cambio de ciertas ambigüedades, sin dejar de enterarle el sufrimiento ante su dolorosa ausencia.

Esta última placa de Dorian es parecida a aquellos álbumes de la adolescencia que se convertían en confidentes, en un amigo que te daba las respuestas que necesariamente tenias que oír, amigable compañero de viajes atemporales y paño de lagrimas en la desgracia. Sin mucha experimentación y riesgo en su contenido, Justicia Universal sigue siendo a pesar de eso una producción muy buena de principio a fin, bien hecha, entretenida, poética, empática y bella. Muy recomendable para corazones rotos y no tan rotos, con opción a la sanación.

En tiempos de abundante idealismo pretencioso ¿que te parecería un poco de verdad legitima, un poco de franqueza libertaria?