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Haven Sounds Inc. / Dine Alone Music Inc. / 2015
01/May/2015
Cinco años transcurrieron para que finalmente escucháramos una pieza nueva de estos australianos, que tiempo atrás con un sencillo, nos dieron un pequeño adelanto de lo que estaría por venir para finalmente dar a luz All Possible Futures, segunda entrega en la vida de la banda
Igual que con su antecesor, el álbum conserva esos ritmos bailables con aire ochentero, pero a estos se suma un poco de sabor funk con sintetizadores efervescentes y beats simultáneos, sin mencionar los distintos invitados para colaboran en las voces, cosa de la que distaba mucho Illumination.
Si bien las canciones hablan de los “ups and downs” del desamor, cada pieza ofrece una invitación para bailar, para moverse al ritmo de los sonidos y voz de Aaron Miller, Gavin Turek, Sarah Chernoff y Cleopold; este último hace que "Love Like Mine" suene incluso a Chromeo, pero sus guitarras y vocales hacen que la melodía tenga el propio toque de Miami Horror.
Otro de los puntos altos es "Cellophane (So Cruel)", pues al ritmo de los teclados y coros estilizados bajo voces femeninas, deja ver que el desamor no es del todo tan malo si hay cosas que te pueden alegrar el día, como esta canción por ejemplo.
Además se podrá encontrar "Out Of Sight", cuyas guitarras y sintetizadores, sin mencionar las distorsiones ochenteras, describen muy bien el concepto que quisieron manejar para su segunda producción, misma que cuenta con "(Into The Night)", "(Maybe I Need You)" y "(Happy Without You)", tres intermedios encargados de enlazar un track con otro y que, si por su brevedad apenas son perceptibles, es el último el que logra sonar un poco aburrido, puesto que se "Who Is Gonna Save Us?", un tema tranquilo, resulta ser el frijol en el arroz que no queremos escuchar, tanto por letra como por melodía.
Si de entre los altibajos que manejan las 15 canciones del disco quitasen por lo menos tres, entonces tendrían una buena pieza musical ya que, como a muchas otras bandas, el exceso de inspiración resulta ser poco benéfico e incluso aburrido, logrando que al final un material que pudo haber sido muy bueno termine en algo mediocre, pero para el caso de All Possible Futures logra, en su mayoría, que te dejes ir, bailar y disfrutar conforme la música, propósito inicial de toda banda con el estilo de Miami Horror.
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Parlophone / Warner Music México / 2015
Política y música. El fin de la historia de Francis Fukuyama, esa aventurera idea de que el choque cultural e histórico había concluido no sólo fue errónea, sino que no advertía lo turbo-moderno, lo digital y cómo paradójicamente el mundo iba a perder horizontes y fronteras introduciendo nano-chips en nuestro cuerpo que nos conectan a cualquier lugar en cuestión de segundos en The Magic Whip.
No somos ya alienados por el gobierno, sino por la tecnología, como lo ironiza la serie británica Black Mirror. No son ya los años del partido laborista en Inglaterra. No son ni siquiera los años de Inglaterra. Es Alemania quien controla el mundo moviendo el euro a su favor. Y el brit-pop no es lo que era o lo que alguna vez fue. ¿Por qué entonces si esto no es lo que era tenemos un nuevo álbum de Blur doce años después de su último lanzamiento? Como afirma el italiano Roberto Saviano, la memoria nos juega malas pasadas en recuerdos de épocas que consideramos mejores. Por eso el mundo hizo una pausa el día en que se anunció The Magic Whip. Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree alguna vez fueron muy relevantes. ¿Doce años después lo siguen siendo?
Antes de buscar respuestas sentémonos a contemplar el estado actual de las cosas, la trayectoria de Albarn lo ha puesto como una cabeza sensible, un pilar de proyectos interesantes y exitosos, como el victorioso de la batalla absurda entre Blur y Oasis, en donde estos ya no figuran ni como colectivo ni en lo individual. Lo cual nos lleva a una posible solución, The Magic Whip suena mejor cuando Blur no es Blur, sino cuando es Damon Albarn, cuando imaginamos la posibilidad de que haya sido éste quien guiara el proceso de composición, elaboración y fabricación de los doce temas, cuando premia el mood lento, íntimo, dramático provocado por piezas como “Thought I Was a Spaceman”, “My Terracota Heart”, o la sublime "There Are Too Many Of Us". Vaya pieza, con sus trompetas gloriosas y la batería como banda de guerra y una voz que parece salida de un altavoz. Potente y épica, su letra reflexiva y crítica con esta sociedad impulsada por el brillo de los monitores, por la abundancia de todo, por la avaricia que está jodiendo todo. Esto no es Blur, es Albarn a juzgar por la trayectoria de éste.
Hay momentos del viejo Blur que logran provocar pulsos en la carne adormecida por el tiempo como “Go Out" y la guitarra raposa, en otros momentos ("Lonesome Street") ese viejo estilo carcome la intención. Quizá es el recuerdo de aquellos hits lo que nos lleva a escuchar este nuevo álbum, ¿doce años después sigue siendo importante el grupo de “Girls and Boys”, de “Coffee and TV”? No, sólo Albarn que acompañado por sus viejos amigos ha logrado sacar adelante esta empresa.
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