Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
9
Izimakade Records / 2020
En pleno 2020, escribir que "el Internet nos ha permitido llegar a todo tipo de música en cualquier rincón del mundo" parece un lugar común; sin embargo, en la ejecución, es una expresión que todavía tiene muchos matices por analizar y posibilidades por explotar. No solo nos obsequió el acceso a artistas independientes, proyectos emergentes o joyas del underground en las urbes convencionales de Europa, Asia, y el mundo anglosajón, también nos abrió los oídos hacia propuestas que rompen los esquemas tradicionales de la industria. Desde Centroamérica, islas en Oceanía, países que no entran en el juego del k pop, y por supuesto, África, llegan sonidos frescos con la suficiente solidez para reclamar un lugar en el juego. Es en ese proceso donde encontramos a Desire Marea, la nueva sensación de la escena sudafricana.
Sin muchos reflectores llega a nosotros su esperado álbum debut: DESIRE, nueve tracks y cuarenta minutos de un diálogo desenfrenado entre la música tradicional zulú, los sintetizadores industriales y el jazz en su versión más vanguardista.
A partir el corte inicial podemos ver la audacia del autor para manipular su cuidado falsetto con la intención de divinizarlo en un espectro sonoro lleno de salvajismo. Y es que las cartas están sobre la mesa desde el minuto uno: la sexualidad y la espiritualidad se debaten en una alegoría ceremonial que incluso tiene guiños al krautrock.
Para poner en perspectiva, DESIRE podía ser miembro de esa familia conformada por el disco homónimo de Arca y Yeezus de Kanye West. Sus beats extraídos de un rave en el 2049 son extensiones de una corporalidad en efervescencia, siempre cuestionada y relegada por los cánones eurocéntricos y que ahora busca transgreder a través del baile.
La producción de este álbum también da espacio para explotar otros recursos más orgánicos. “Tavern Kween” y la osada “Studies in Black Trauma” se valen de secciones de vientos y cuerdas para fortalecer esa convergencia entre lo tradicional y el glitch de las percusiones entre cortadas.
Otras vertientes como el house y el post soul se ven manipuladas en "Thokozani", un track cuyas capas melódicas emulan la figura de un túnel que se hace casa tramo más profundo y oscuro, tal cual una manera de reconocimiento entre su creador y el inconsciente.
El futuro es aún incierto para Desire Marea; pero no cabe duda que un inicio lleno de tanta vitalidad catapulta su proyecto hacia las listas de lo más emocionante que está sucediendo justo ahora. Una aventura multi-sensorial que resulta imperdible para este inicio de década.