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Deerhunter — Why Hasn't Everything Already Disappeared?

8

Deerhunter
Why Hasn't Everything Already Disappeared?

4AD / 2019

Artista(s)

Deerhunter

18/Ene/2019

Inteligentes melodías desvanecidas entre antiguos arreglos.

Hace poco más de una década con Microcastle, Deerhunter avisó que su música sería un asunto por encima de la media común y corriente. En 2010 con Halcyon Digest se subieron al podio de la élite que encabezó las listas de lo mejor del año gracias a la subversiva magia que emergió en su música, sus letras crípticas y sus arreglos caprichosos siempre vanguardistas; algo que en aquel gran momento a su líder Bradford Cox le sobraba hasta para tener casi al mismo nivel su proyecto solista Atlas Sound. Desde entonces ha lanzado sin reparo una serie de álbumes aclamados por la crítica con la excepción de su agridulce Monomania en 2013, pero regresando a la senda con Fading Frontier en 2015, donde dejaron de lado la crudeza y distorsión de su fallido experimento para encontrar refugio en preciosistas ambientaciones digitales y fundidos etéreos con las siempre afables melodías que les caracterizan. Y la excepción no es en su octavo trabajo de estudio llamado Why Hasn't Everything Already Disappeared?, de hecho vuelven con adiciones nuevas, con algunos pormenores que no han de causar el mismo efecto pero aportando incluso dentro de sus parámetros ya establecidos.

Algo importante que siempre ha sabido hacer la banda, sobre todo, es aplicar un sonido distintivo; hacer de cada una de sus obras un ente único. Lo que quedó claro desde los sencillos previos es que para esta ocasión el clavecín, las autoarpas y las cuerdas de nylon darían un acabado final diferente a lo conocido. Ya en conjunto, el álbum se enmarca como una reacción al estado actual del mundo y como no podría evitarlo casi cada artista de Estados Unidos con el mínimo sentido de protesta: señalamientos a los problemas que atraviesa el país de las barras y las estrellas. Sin embargo, lo hacen a través de un cristal roto que se niega a develar todo de manera tan explícita (un párrafo arriba dije: letras crípticas).

Este enfoque sonoro que hasta atrevidamente podría acercarse a lo "barroco", tiene crédito por supuesto de la galesa Cate Le Bon, que ha producido el disco junto a la banda y es quien actúa sobre el clavecín, de ahí ese sonido que tienen cortes como "Death In Midsummer", "No One’s Sleeping", en la cual también meten un saxofón y tintineantes pianos muy al estilo The Kinks, o la oscura "Element" con sección de violines magistral y unas autoarpas incrustadas con precisión y presencia.

Quizá no tan evidente, y de hecho no con el perfil de ser éxitos, pero Deerhunter siempre se guarda un par de ases en la manga con los que conquistan fácilmente a su público. Aunque en este caso son tres. Primero tenemos "What Happens To People?", un clásico tema del Deerhunter de los primeros años, en el que se ponen más pop y ensoñadores que de costumbre porque hasta el synth le imprime un aura muy de los 80 y que funciona a la perfección. Un poco más adelante aparece "Futurism", un corte luminoso, crudo y un tanto cuadrado que también recuerda a otras épocas de la banda. Y por último, nos encontramos con "Plains", una joya de poco más de dos minutos, en el que aparece la electrónica, esos beats de los primeros segundos parecen no pertenecer aquí pero de repente deja salir a una banda enteramente animada, más rítmica e intrincada, cercana a lo afro. Estos despuntes también empujan hacia su faceta más experimental, caso de la electrónica minimalista de "Greenpoint Gothic", igual muy años 80, muy sombría y completamente instrumental. También, está ese saludo a diferentes países del mundo llamado "Détournement", y de la ambiental "Tarnung", con una abducción guiada por vibráfono y saxofón. Y sin omitir la final "Nocturne", un tema de seis minutos, relajado y sin prisa pero que funciona como reprise y como síntesis del recorrido.

Este no es un ejercicio de revisionismo, tampoco es que Deerhunter se escuche forzado o complaciente, pero se percibe la soltura para plasmar el buen momento en el que llevan desde hace unos años. Los temas están ahí, no es una crítica tajante porque de hecho Cox parece ser cauteloso y más bien, este álbum busca hacer preguntas y entretener pero logra dejar su marca (otros temas como el daño ecológico o los extremismos pasan por la pluma del frontman). Sencillamente Deerhunter lo ha vuelto a hacer, y así como ya es costumbre con esta banda, es temprano para decir esto, pero aquí está el primer invitado a lo mejor del 2019.

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Sharon Van Etten — Remind Me Tomorrow

7

Sharon Van Etten
Remind Me Tomorrow

Jagjaguwar / 2019

Artista(s)

Sharon Van Etten

Con Remind Me Tomorrow, Sharon Van Etten hace una travesía a ciegas con sus demonios.

Es difícil sacar material en enero, pues te arriesgas a que tu disco quede en el olvido a lo largo del año. Sin embargo, alguien lo tiene que hacer y sorprendentemente tenemos a muchos que han levantado la mano, valientes dispuestos a hacer el primer gran lanzamiento del 2018, como Deerhunter, Toro y Moi, James Blake. Pero el regreso de la cantante es uno de los más esperados, ya que los rumores de nueva música se extienden desde el 2017, año en el que estuvo muy activa, colaborando con Hercules & Love Affair e incluso el actor Michael Cera.

Luego de casi cinco años y una larga incertidumbre, la artista de Nueva Jersey está obligada a recompensarnos por la espera, tiene que cumplir las expectativas y disipar las dudas para igualar o superar el éxito de Are We There, publicación donde mostró su lado más descarnado, que nos contagiaba, o más bien obligaba, a revelarnos desde lo profundo.

Será interesante cómo Sharon Van Etten maneja ciertos aspectos que rodearon su nuevo disco, como las altas expectativas, el hecho de que se convirtió en madre y la falta de tiempo, pues también inició su posgrado. Además, esta es su primera colaboración con el productor John Congleton, quien trabajó con St. Vincent en MASSEDUCTION y con Miles Kane en Coup de Grace.

Remind Me Tomorrow comienza con "I Told You Everything", un track engañoso, ya que inicia simple y sobrio, tan solo con un piano y la voz de Sharon abriendo, pero pronto se transforma con la aparición de obscuros sintetizadores. La canción destaca más por la letra, que habla sobre entregarte y ser honesto con tu pareja sin temores o dudas.

Con el siguiente tema, "No One's Easy To Love", la interprete sube la apuesta, aumentando la cadencia con la caja de ritmos, pero manteniendo ese toque sombrío. Las vocales dulces pero desganadas de la cantante importan mucho aquí, ya que además de crear contraste, le da todo el valor emocional al sencillo.

Llegamos a "Memorial Day" y ya podemos dar por hecho que Sharon Van Etten dejó a un lado la guitarra por los sintetizadores. El resultado de esta decisión es un estilo atrevido y fresco para la carrera de la cantante, aunque no tanto para la industria o su escena específica en la actualidad. Este tema te sujeta con su atmósfera nebulosa y conmovedora.

Luego de una cautivadora presentación, escuchamos el primer sencillo promocional del disco, "Comeback Kid". Por fin tenemos dinamismo en este material y algo que de verdad puede causar interés por su sonido y no por una cuestión individual en la carrera de la artista. La energía del track y su naturaleza gótica podrían resultar en un hit para la estadounidense.

La canción más larga del álbum, "Jupiter 4", nos vuelve a llevar al inicio. Su estilo sutil e intermitente atrae por sus peculiaridades pero no termina de engancharte. A pesar de que es una tema de amor, los sintetizadores te mantienen en suspenso, como si se encontrara el ideal de Sharon Van Etten con sus demonios.

Toda esa obscuridad queda atrás con "Seventeen" y "Malibu". El disco da un giro inesperado y ahora estamos frente a un sencillo brillante, con una positividad que promete y no empalaga. Aquí la cantante sigue cargando con muchas emociones, pero ya no la aquejan, sino que la hacen más fuerte. La transición puede ser algo más que un cambio de estilo para no hacer su material tan monótono, quiero creer que la interprete está sanando y quiere compartirlo con nosotros.

"You Shadow" mantiene de la mejor manera esa sentimiento de satisfacción en el sonido, pero no en la letra. Se intercambian los papeles y ahora nos encontramos con un track que te destroza con sus palabras pero que es electrizante en las melodías. No era lo que buscábamos al final del arcoíris pero es bueno ver que Sharon Van Etten experimenta con la composición.

Todos se cansan de lo que son, hasta Sharon Van Etten, el cambio es algo natural en el ser humano, una de nuestras habilidades para la supervivencia de nosotros mismos. La cantante cambia en la instrumentación, en los sonidos y las letras, pero no es interesante a menos que seas un fan. Este álbum no le traerá nuevos seguidores y no le dará un regreso triunfal, pero merece alta estima, pues la segunda mitad de Remind Me Tomorrow sienta las bases de algo que promete mucho y que podría ser su mejor etapa. Tiempos buenos se avecinan para Sharon Van Etten.

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