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EarMusic / 2020
Estamos muy acostumbrados a la nostalgia, a vivir celebrando aniversarios, lustros y décadas de cada álbum o pieza que representó algo en la historia musical. Hay bandas que solo viven del recuerdo, que viven de sus glorias pasadas y que a pesar de los años nunca supieron cómo hacer nuevos hits. Deep Purple no es así.
La banda pionera del heavy metal estrenó nuevo disco, 50 años después de publicar In Rock (1970) uno de sus más grandes discos. Y en lugar de conmemorarlo, optó por lanzar una nueva producción. Es su vigésimo primer álbum, contiene 13 canciones, son 51 minutos en total de hard rock y lleva por nombre Whoosh!
Es una de las bandas más longevas, sigue activa y creando música. Es una realidad que es muy difícil que repitan el éxito de canciones como “Smoke On The Water”, “Perfect Strangers”, “Highway Star”, “Black Night”, “Hush” o “Burn” pero sus discos más recientes son del gusto tanto de la crítica, como de sus fans. Han envejecido, pero su estilo no.
Fue producido por Bob Ezrin quien produjera The Wall de Pink Floyd, a Alice Cooper, Deftones, Jane's Addiction, Kansas, Kiss, Lou Reed, Nine Inch Nails, Peter Gabriel, entre otros. Él se ha encargado de las últimas tres entregas de Deep Purple, Now What?! 2013, Infinite (2017) y Whoosh! (2020).
El gran acierto de este disco es que no suena a viejo, suena a un contenido actual pero no deja de sonar a Deep Purple, su estilo y sonido está tan arraigado que desde el primer acorde de “Throw My Bones” sabemos a quién estamos escuchando.
Las alineaciones han cambiado tanto en esta agrupación que hasta están clasificadas, la más reciente y autora de este álbum es la Mk VIII conformada por Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Steve Morse (guitarra), Don Airey (teclados) e Ian Paice (batería, percusión).
Canciones como “Drop the Weapon”, “We're All the Same in the Dark”, “Nothing at All” y “No Need to Shout”, tienen la estructura y esencia clásica del hard rock en diferentes etapas con tintes de blues; el Hammond de Don Airey nos recuerda en cada acorde el estilo inconfundible de la banda y la guitarra de Morse acaricia tus oídos.
La voz de Ian sigue perfecta, se escucha tal y como la recordamos. Otro punto importante de Whoosh! Es que las canciones duran aproximadamente tres y cuatro minutos a excepción de una de cinco, es un disco que se va rápido y que pasa por diversos tenores, así que funciona si lo escuchas en orden o en aleatorio.
“Step by Step” es un tema que comienza con unos teclados atormentados y la melodía va por esos tenores, es algo oscura, pero intensa y con “What the What” la neblina se oculta para darle paso al rock and roll, al baile y al air guitar o air piano, según tus gustos. Pero al llegar “The Long Way Round”, te será imposible dejar de seguir el ritmo.
La imagen del disco es un astronauta, los videos también tienen cierta relación con el espacio y la naturaleza; en el tracklist aparece “The Power of the Moon” un tema misterioso, perfecto para escucharlo por la noche a la luz de la luna.
A continuación llega la canción más corta del álbum “Remission Possible” es instrumental y es un viaje, almacena toda la esencia de Deep Purple en 1:38. Que da pie a “Man Alive”, una de las canciones más pesadas que reitera la pertenencia de la banda al heavy metal.
Para cerrar el disco llegan “And the Address” que cambia el ánimo totalmente y termina con “Dancing in My Sleep” que tiene un inicio electrónico mostrando la actualidad que vive la banda.
Todo el disco engloba sus pensamientos actuales, en diversas entrevistas la primordial ha sido regresar a tocar en vivo. Todos ya superan los 70 años de edad pero el rock los mantiene jóvenes y creativos, Whoosh! es un disco bueno, quizá no es memorable como los primeros, pero tiene una esencia que te reitera en cada acorde que estás escuchando a una banda legendaria, pero con inquietudes nuevas.