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Partisan Records / 2019
Un cigarrillo en un día nublado, acostado en la cama y pensando en lo que nos mantiene vivos, toda una experiencia, viaje astral moderado. En 2017, una banda de El Paso, Texas se dedicó a cantar más que country music (¡vaya cliché!) y se expresó en dream pop, muy melódico y excéntrico, pero bastante bien recibido por el público. Esta banda es Cigarettes After Sex, cuyo sonido ha encantado a más de uno; en este 2019 por fin sale al mercado su segundo álbum Cry, con nueve tracks que, como los buenos vinos, esperaron el momento adecuado para salir a la luz, pues primero se creó la melodía, que aguardó las letras correctas para crear un ente nuevo.
Greg Gonzalez, guitarrista y líder de Cigarettes After Sex es quien se encargó de ponerle letra a esas melodías, basado en aquellas experiencias de desamor que no logró filtrar y siguen permeando en su actuar; las canciones son melódicas, con tonos suaves, pacíficas y relajantes; sin embargo, la letra contiene lírica directa, exacta y explícita.
La rola que invita a escuchar es “Don’t Let Me Go”, que invita al romanticismo, una canción para dedicar y expresar amor (o dependencia) de verdad. Tal vez no sea la mejor elección para presentar el álbum, por sus tintes elevados de nostalgia, pero es cierto que la rola es destacable, por el solo de guitarra que da un poco de quietud; en “Kiss It Off Me”, Gonzalez narra la experiencia del amor imposible, del qué pasaría, aquella etapa en que imaginamos lo lindo que sería estar con esa persona especial, la emoción del nuevo amor. Después viene el primer sencillo de Cry, “Heavenly”, ha tenido buena recepción por parte del público y ha sido catalogada como una de las mejores de la banda hasta ahora, a la par de “Nothing’s Gonna Hurt You Baby” y “Affection”, algunas de las más populares.
Cuando uno está enamorado, vienen pensamientos irracionales, como pensar que no hay vida sin él o ella, nuestra mente se vuelve monótona y ve en un solo color, pero ¿es eso realmente amor? Dependencia pareciera ser más la palabra más adecuada; en “You’re the Only Good Thing In My Life”, parece que el líder de la banda se quedó anclado a un viejo amor y asegura que todo está mal, pero está bien.
El álbum tiene la pinta de ser perceptivo, pues los fans y los críticos pueden tomar Cry como una cualidad de Cigarettes After Sex para lograr mantener su esencia y sus características, pero por otro lado, puede ser una debilidad, pues no tienen la osadía de experimentar. En “Touch”, el lado sombrío que su álbum debut imprimió, pero suena un poco monótona y predecible; “Hentai” narra el primer encuentro sexual de Greg con una mujer sin ser grotesco o vulgar, pues prefiere expresarlo con porno que él alguna vez miró, algo un tanto inusual; la que le da el nombre al álbum es relajante en melodía, sin cambios abruptos de ritmo ni sorpresas durante el track, contrario a las letras, que son profundas y bastante significativas.
¿Quién no ha estado enamorado alguna vez? Pues, en “Falling In Love” se habla de ese proceso, ese sentir, el camino a sentir mariposas y sentir que algo recorre todo tu cuerpo; la última canción es “Pure”, por la pureza que solo aquello que es verdadero brinda, el dejarse llevar, con romance, belleza (abstracta por supuesto) y sexualidad, símbolos importantes para Greg Gonzalez.
Cry se grabó en Mallorca y la majestuosidad de los paisajes, la escritura exótica y la voz andrógina le dieron a este disco un significado completo; además, se dice que este álbum se inspiró en las películas del director francés Éric Rohmer y en ese amor que Greg tuvo en el pasado.