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Wolf+Rothstein / Liberator Music / 2020
09/Abr/2020
Donald Glover, mejor conocido como Childish Gambino, tiene varias facetas. Actor, cómico, director de TV, guionista (como lo hace en la serie 30 Rock, siendo descubierto por la actriz Tina Fey, a quien le envió un correo con sus propuesta). No obstante, el ser cantante fue lo que más destacó en él, al señalarnos, con videoclip incluido, que no todo está bien en cierta parte del mundo, con su éxito “This is America”.
Dos años después de aquel lanzamiento y no contento con ello, en tiempos en los que el mundo lucha contra una enfermedad, y con la tecnología a la mano para enterarnos sobre lo que sucede a nuestro alrededor, Glover, con su seudónimo Childish Gambino (sacado de una página de nombres creados al azar) quiso más que solo ser conocido por un videoclip con una fuerte crítica a la sociedad en la que vive.
Con gente de peso en el entorno del rap y hip hop como lo es DJ Dahi, quien anteriormente trabajó con Drake y Kendrick Lamar, y con Ludwig Göransson, productor de Community (serie que protagonizó el cantante), Gambino llega con 3.15.20, siendo elegido este nombre por la fecha real en la que todo el álbum fue exhibido de manera misteriosa en una página web. El contenido fue borrado horas después.
El cantante no quiso formar parte de la lista de artistas que reprogramó el lanzamiento de sus trabajos para cuando la emergencia de salud por el coronavirus pasara (o disminuyera) a nivel global, no. Él quiere más, sobre todo ahora, cuando la coyuntura amerita una crítica de lo que estamos haciendo como humanos, comunidad y planeta. Él quiere entender el mundo a su manera y dar un punto de vista del mundo mediante las 12 canciones que conforman este álbum, en las que 10 son llamadas como el tiempo que ocupan cada una en esta producción.
Pero, no olvidemos que “Nosotros somos” (We are) los que vivimos el aquí y ahora, es la frase que el estadounidense nos repite en su primera canción, llamada "0.00", con la combinación de sintetizadores y piano, antes de adentrarnos a su perspectiva.
Tanto “Algorhythm” como “Time”, segunda y tercera canción del trabajo, comparten el ser las más resaltantes de lo elaborado por Gambino, quien, como un robot, relata la dependencia tecnológica a la que estamos expuestas.“Estatus de supercomputador, caminando por la calle, todos son adictos, tropezando con el cemento. ¿Cuál es la motivación? Comunicación constante”, afirma, mientras se escucha una melodía que coquetea con el R&B. En “Time” se destaca una voz de tono particular, que resulta ser de Ariana Grande, siendo esta una de las colaboraciones más destacables del álbum. Utilizando la guitarra acústica, los dos generan una conexión interesante en la que prima la premisa de que el mundo no es lo que parece mientras el tiempo de nuestra existencia, según los autores, va acortándose.
“12.38”, con la colaboración de Ink, Kadhja Bonet y 21 Savage, se destaca por la presencia de la voz femenina, entrelazada con un funk experimental que, en ciertos momentos, puede excederse con el Auto-Tune, por querer realzar la historia de fuga de una pareja. Seis minutos y medio de diferentes arreglos en sus voces que puede llegar a saturar.
“19:10” es sin duda la más bailable del álbum y tanto la voz como los sonidos nos recuerdan al mítico Prince en una faceta más funk y con guiños al soul, inclusive, los pequeños falsetes que se pueden encontrar dentro de la canción lo delatan. “24:19” trata de ser una balada con el tema de la autoculpa incluida, al no poder dar amor de la misma manera que lo da la persona con quien se está.
“32:22” se distingue por ser la composición que nos sitúa, a través de sonidos, en una temática bélica, además de la letra, cuya referencia a los “señores de la guerra” se plasma en referencias a animales exaltados, bombas y disparos con efectos de los sintetizadores y las mezclas que se realizan en computadora. Recuerda a lo trabajado por sus compañeros Kendrick Lamar y Kanye West.
Sin embargo, después de esta guerra, sale el sol y eso es lo que Gambino expresa al volcarse al trap con tintes pop en “35.31” y su contagiosa introducción, que más allá de parecer una melodía para una situación feliz, toca temas como la violencia en y hacia la comunidad afroamericana y las drogas. Empalma perfectamente con la siguiente canción, “39.28”, que, con piano y Auto-Tune, retrata la sensación de extrañar a la persona que quieres.
Esa sensación cambia en “42.26”, o “Feels Like Summer” (llamado originalmente). Destaca dentro del álbum con un estilo calmado y relajado, pero que más allá de “sentirse en verano”, el mañana que relata no resulta alentador. “Sé que sabes de ese dolor. Espero que este mundo cambie, pero parece lo mismo”, señala su falsete, ¿debemos creer la visión de Gambino sobre lo que nos rodea?.
Mientras llegamos al final, “47.48” nos da una simpática charla de padre e hijo sobre el amor propio. Esto forma parte de la conclusión de la canción que aborda sobre la violencia y la forma de cuidarse de ella. El funk experimental se vuelve agradable. Esta conversación no llega a ser tierna, pero sí permite ver el lado más personal y humano del álbum. Como recomendación, el tema resultaba preciso como final del álbum, pero fue la canción “53.49” que escoge Gambino para incluir coros gospel y hablar sobre el disfrutar de la vida para él y lo que también significa para su hijo, con el que llegan a la conclusión de que más allá de los problemas que puedan tener, hay amor en cada momento.
Tópicos como violencia en y hacia la comunidad afroamericana, las drogas, la dependencia a la tecnología y el amor a pesar de todo priman en este mini universo o perspectiva del mundo que forma Donald Glover como Childish Gambino en 3.15.20 con base, principalmente, de funk experimental. No obstante, “el que mucho abarca poco aprieta” señala un conocido dicho y eso es lo que pasa con esta producción.
El artista pudo centrarse en una idea en específica y redondearla como hizo en “This is América”, sin embargo, el haber dejado la valla muy alta con ese single y, el tratar los tópicos mencionados con superficialidad, volvió flácida a una propuesta que parecía misteriosa y prometedora. El exceso de Auto-Tune y destellos futuristas aplicados en los sintetizadores también jugaron en contra en ciertos pasajes del trabajo. La perspectiva del mundo de Donald Glover pierde peso, cuando el mundo real la necesita hoy más que nunca.
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LSDR Records / Stolen Body Records / 2020
08/Abr/2020
Tres años después de su debut, Vinnum Sabbathi, banda mexicana de doom, sludge, stoner, drone, space metal y mucho más, vuelve con Of Dimensions & Theories, su segundo disco. En él, incluyen seis pistas que parecen tener tres momentos y con, según lo que mi mente me hace creer, tres diferentes sensaciones. Sigan leyendo para un análisis más profundo.
Todo empieza lento, en sus primeros minutos, Alberto, Samuel, Gerardo y Roman, se dan el tiempo para hacer acordes largos con adornos en baterías lentos como contando 5, 4, 3, 2, 1… para despegar e ir directo a lo desconocido, a la inmensidad del cosmos, “In Search of M-Theory” dura 9:14.
Al final de la primera pista la potencia de las guitarras, las poderosas líneas de bajo y los golpes de batería ingeniosamente bien acomodados ya tienen toda la energía para romper cualquier capa atmosférica en un viaje agresivo y sin piedad.
En “Quantum Determinism” esa misma energía sigue pues si ese poder destructivo se detiene, no lograran ponerse en órbita y descubrir lo inesperado. En este segundo track, la ira de los acordes de las guitarras se pone en modo berserker y atacan desconsoladamente a cualquier tímpano que se les acerque, dibujando una sonrisa a quien goce de este tipo de estridencias.
La velocidad de los primeros dos tracks le dieron el impulso perfecto al disco para entrar a la gigantesca oscuridad del espacio, donde no hay aire, no hay gravedad y no hay sonidos, es como un aislamiento en la inmensidad, todas esas ideas marcan a la segunda sección del disco, a la que llamaremos…
Relájate, ya estamos en órbita, hemos sido absorbidos por el gran océano cósmico… ten todo el miedo que quieras tener… pues no sabes lo que vas a encontrar en el camino… pero tampoco puedes negar que todo paisaje estelar que aparezca frente a ti no dejará a asombrarte… bueno, vayamos por un poco de realidad.
A diferencia del track 1 y 2, ahora chocamos con un par de temas más cortos de duración, más psicodélicos y más introspectivos, las notas largas se hacen aún más largas con el conjunto de efectos para sumergirnos en la profundidad de nuestros miedos y de la nada.
Después de 20 minutos de turbulencia, “An Appraisal” y “Beyond Perturbative States” nos dan nueve minutos de calma, nuestra existencia se alinea a las vibraciones que salen de los audífonos siguiendo las leyes de la teoría de las cuerdas. Ahora no son las guitarras las que se derriten, son nuestros pensamientos los que se convierten en liquido.
Pero no te sientas tan cómodo, porque la paz y la tranquilidad nunca duran tanto, descansa con tus botas puestas para estar listo cuando lo desconocido del espacio despierte y te cause un terrible terror ancestral.
Todo el armamento de Vinnum Sabbathi es disparado en la última sección de Of Dimensions & Theories, los acordes más salvajes y los golpes más iracundos atraviesan nuestros tímpanos, y con los efectos hasta el tope de volumen parece que estamos nadando en una dimensión de pura estática.
Esta guerra espacial, de riffs endemoniados como municiones, se desata en “A Superstring Revolution” I y II, para que el viajero espacial Fritz, salido del imaginario de este cuarteto, cumpla su misión y encuentre todas las respuestas. El disco está pensado de principio a fin como score de una historia original de estos cuatro chavalos y lo hacen muy bien.
Su segundo disco es la musicalización de una aventura mórbida en un futuro donde la humanidad solo le importa una cosa: la expansión. Vinnum Sabbathi cumple bien su cometido porque cada segundo de reproducción nos hace imaginar muchas historias en nuestra cabeza, son los cambios de rítmica y distintas intensiones musicales las que estimulen nuestros sesos.
Hoy en día hay una creciente ola de doom nacional y al mismo tiempo una gran hambre de parte del público por ese tipo de sonidos, para muchos de ellos Vinnum Sabbathi es una propuesta ya bien conocida y admirada, pero si tú lograste llegar al final de esta reseña y no los has escuchado, creo que es el momento que lo hagas.
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