Charnobyl
I-II

Post punk madrileño de alma oscura que se burla de los cataclismos y el final del mundo.

El constante maltrato que los humanos le hacen al planeta ha impulsado fenómenos globales como el cambio climático. El cataclismo cada vez luce más cercano porque ahora los veranos son más calurosos y los inviernos más gélidos. Con esto en mente, Charnobyl hace su aparición como un nuevo conjunto que hace canciones ideales para escuchar mientras llega el final del mundo.

A lo largo de la historia diversas bandas han surgido con la intención de motivar cambios positivos. Algunas lo intentan mediante mensajes filosóficos e incluso se han creado festivales como Live Aid para recaudar fondos para las personas más necesitadas. Pero no se puede olvidar que hay otras que tan sólo quieren divertirse.

La lista con los ejemplos de este segundo rubro es bastante extensa. Abarca desde Ramones hasta The Cramps. Se trata de música sin compromiso social ni mensajes ocultos en las letras. Todo es directo y sin falsas pretensiones artísticas. En ocasiones el mayor acto de honestidad que se puede cometer es reconocer que no se quiere cambiar al mundo.

Todo lo anterior conduce al primer trabajo del cuarteto madrileño Charnobyl. Desde el nombre se aprecia una clara referencia a la ciudad ucraniana que protagonizó uno de los peores accidentes nucleares de la historia. Tan sólo hubo un ligero cambio con una letra y así nació un combo que se burla del apocalipsis.

Detrás del proyecto se encuentran Manu Mental (batería), Noe Gazteilich (bajo), Maldito Charlie (voz) y Rodri Roentgen (guitarra). Mientras que su sonido navega entre el post punk oscuro y el garage descarnado. Es música directa que al instante queda grabada como los tatuajes.

A partir de lo anterior, las composiciones de los españoles se alimentan por completo de Joy Division y My Bloody Valentine. En tanto que las letras se inspiran en hechos actuales como en “Anticuerpos” y “Apagón Digital” pero también son relatos de la vida nocturna como ocurre con “Eléctricos”.

En total son cinco las composiciones que el grupo incluye en su primer 7”. Con esto se puede entender que sus piezas son realmente cortas de duración pero con una adicción tan grande que es imposible no querer repetir al escuchar las dos caras del vinilo.

Como la propia banda menciona, sus temas hablan sobre proclamas postnucleares y ritmos motóricos. Por lo pronto, la primera muestra del trabajo de Charnobyl lleva la firma de los sellos Sweet Grooves Records, Delia Records, Producciones Esporádicas y Snap Records.