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Interscope Records / 2019
Algo encontraron los grandes artistas del mainstream para que Magnus August Høiberg se convirtiera en colaborador recurrente de esa escena. También conocido como Cashmere Cat, el productor que puso sobre la mesa conceptos como "R&B futurista" irrumpió el mundo musical con un EP que incluso hoy ofrece sonidos innovadores. Desde Diplo, pasando por Kanye West hasta encontrarse con su ahora recurrente Ariana Grande, el noruego ha construido desde las consolas varias de las canciones más memorables de los últimos años.
Ahora reaparece con una placa relativamente breve; sin embargo, con ella deja muy clara la dirección en la que está interesado actualmente. Para la conceptualización inicial, tomó su alter ego y lo introdujo en una fantasía que cualquiera podría asimilar como el universo de un videojuego. Y de ahí parte todo. Con una narrativa meramente sonora, Princess Catgirl es la peripecia de dicho personaje en un ambiente de fantasía.
Magnus interpreta esos pasajes a través de bases rítmicas definidas, planteadas con mucha pulcritud. Por otro lado, el trazado melódico muestra influencias evidentes de músicos asiáticos como Tzusing y Howie Lee. De hecho, no sería descabellado pensar que en el futuro, más cercano al pop, Cashmere Cat podría trabajar con proyectos como BTS y Red Velvet.
Y tal vez, de esa posibilidad surge el verdadero problema de Princess Catgirl. Si bien los discos como solista de Cashmere Cat son mayoritariamente instrumentales, es la primera vez en su trayectoria en la que los temas se sienten como la introducción de algo que nunca termina por concretarse.
Los tracks presentan un hilo conductor; sin embargo, no existen variantes climáticas dentro de esa unión. Probablemente se deba a que –según sus propias palabras- "intentó desnaturalizar su proceso en búsqueda de nuevos procesos creativos". Podríamos decir que se vuelve más notorio en las atmósferas que genera: mientras Wedding Bells y 9 nos llevan a caminos introspectivos, Princess Catgirl carece de fuerza más allá del relato que buscaba contar.
Aunque podríamos considerar éste como un tropiezo en su carrera, es importante resaltar que con Princess Catgirl nos da esbozos de su talento para abrirse a otras posibilidades, a otros colaboradores.
Solo queda esperar.