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Caloncho - 'Fruta (Vol. II)'

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Caloncho - 'Fruta (Vol. II)'
Caloncho - 'Fruta (Vol. II)'

Universal Music México / Discos Valiente / 2015

Artista(s)

Caloncho

La playa en tus oídos gracias a Caloncho.

Todos los veranos tienen un soundtrack y el de 2015 es éste. Fruta (Vol. II) trae integrados el calor, la marea y la sabrosura. El disco debut de Caloncho invita a ponerse el bañador (o quitárselo), darle un trago a la piña colada y echarse un chapuzón en el océano. Es la playa en tus oídos.

Fruta (Vol. II), desde el DF, son los deseos de vacaciones. La propuesta de Caloncho es un rock-pop, muy suave, con detalles de folk. Las letras son simples y pegajosas, inspiradas en la playa, el calor, los bikinis, las mujeres guapas, la fiesta y el hedonismo. Es difícil no relajarse escuchando estas 10 canciones y más difícil no disfrutarlo.

El estilo de Caloncho queda claro desde el inicio del disco, con la canción que ya conocíamos: “Palmar”. La voz sobresale a una base lenta de guitarra y percusión, que remiten al trópico, para nunca regresar a la ciudad. Otro ejemplo es “El Derroche”, primer sencillo oficial del disco. Éste es un rocanrolito que va despacio, simplemente guiado por la voz, con eco, del cantante.

La otra mitad son las letras. Hablan de lo que nos gusta, las sensaciones que tenemos, nuestros apodos cariñosos… y lo que nos pasa en la playa, con coros pegajosos. Hay labios, cuchareo y caricias en “Chupetazos”. O chiquitas consentidas, besos en la frente, Bob Marley y dulces sueños en “Julia”. También lagunas mentales y chismes en “Autocarnavalización” y traseros, ojos bonitos y corazones en “Mango Taco”.

La clave de esta producción está en la simpleza, porque eso buscamos en la mar. La melodía hace flotar, mientras las letras emborrachan la memoria.

El problema es que las olas se acaban porque somos los súper chilangos entre tú y tus vacaciones, goey. Las vacaciones terminan en un parpadeo y así de fugaz pasa Fruta (Vol. II). Ni una canción dura más de 240 segundos y el álbum completo apenas llega a los 30 minutos. Ojalá no se terminara. Qué bueno sería tener un verano eterno.