Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
9
Warp / 2016
40 años de carrera lo respaldan. Sin embargo, Brian Eno ya no solo es un músico, sino un artista integral que abarca muchas otras formas de arte, y para muestra está su reciente álbum: The Ship.
Con sólo cuatro temas, este material traspasa la línea de ser sólo un disco para convertirse en una pieza audiovisual. Seguro, si has ido a un concierto de música experimental en un museo y conoces la trayectoria de Eno, se te hará demasiado familiar. Y si esto te ha ocurrido es precisamente porque Brian fue pionero en este tipo de composiciones.
¿Cuántas veces habías escuchado la voz del artista a lo largo de su trayectoria discográfica? Han sido contadas, sólo a principios de su carrera en los 70 y esporádicamente en algunos otros discos. El ambient acompaña este último material, incluso el dark ambient en sus tres primeras pistas.
“The Ship” también es el nombre de la primera canción. Inicia con una atmósfera melancólica y oscura. La lentitud de los sintetizadores te lleva a una imagen donde caminas a lo largo de los restos de una catástrofe: hay incertidumbre, aunque sabes que algo pasó ahí. A esto se adhiere la voz de Eno completamente procesada y con un estilo gregoriano, que bien te pueden llevar a la meditación o a sentir una profunda nostalgia. Después de 21 minutos y casi bajo la misma línea, le sigue su segunda pista de 18 minutos: “Fickle Sun (i)”, pero en ella hay mayor consecución en la melodía. Después, en “Fickle Sun (ii) The Hour is Thin” parece que escuchas al autor recitar una pieza poética musicalizada con piano. Finalmente, el álbum se ilumina con “Fickle Sun (iii) I’m Set Free”, cover a The Velvet Underground que remite a la época glam del artista.
El creador de The Ship menciona en su sitio web que este material nació a raíz de dos hechos: el primero, su fascinación por el surgimiento trans-cultural, resultado de la arrogancia entre imperios durante la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, el hundimiento del Titanic, ese barco imponente e insumergible que pudo ser el mayor triunfo del hombre sobre la naturaleza.
Estoy convencida que el arte de una obra reside en la reacción que ésta provoca en su espectador o en su escucha, y realmente, este álbum logra una variedad de reacciones muy rica. Es estruendoso, con una enorme carga emocional y visual que, además, evoca los primeros años de carrera de Eno.
Si bien, el autor ha creado composiciones pensadas para ambientar obras artísticas o para que estas funjan como tales, es válido sólo disfrutar sus piezas en tu reproductor de música.