8
LAB 344 / 2019
06/May/2019
Ya está pronto por llegar el tercer álbum del grupo de rock psicodélico Boogarins, que debutó en el 2013 con un disco bastante trippy, As Plantas Que Curam (2013), y que continúa por la misma línea musical, un rock psicodélico melódico y orgánico, pero con el lujo de unos estudios profesionales de grabación, a diferencia del debut, que lo grabaron ellos mismos.
Desde el principio del álbum, con la canción impetuosa “As Chances”, las texturas sonoras que caracteriza al cuarteto brasileño se hacen presentes en un caleidoscopio instrumental, que incluye lo que parece un trombón durante el puente musical y nos recuerda lo bueno que es Boogarins para colorear sus canciones con todo tipo de instrumentalización interesante. Es una lástima que no dominemos el portugués (aparte de que, como el disco no ha sido lanzado al público general, las letras no están ampliamente disponible en internet), pero le echamos ganas para saber que Sombrou Dúvida es como un juego de palabras, una amalgamación, entre sombra y duda; y no solo eso, pero pudimos distinguir algunos temas recurrentes en este álbum, como el disgusto por lo nuevo y la tecnología, tal como lo plantean en la rola “Invenção”, donde el vocalista Dinho Almeida, canta que “hay un desgaste por lo nuevo / se repite y da asco”.
El ambiente chill y relajado del grupo no se ha disipado, varias guitarras acústicas rasguean con insistencia para infundirle un toque rústico a la música, tal como en “Dislexia ou Transe”; ese sabor tropical, puede que uno se lo adjudique a la música brasileña por puro prejuicio, aunque uno entiende que no todo en aquel país es “La Chica de Ipanema” e “Insensatez”. El sonido de Boogarins es más complejo que eso, y se puede apreciar influencias de Revolver de The Beatles, la parte más psicodélica de MGMT, el Pink Floyd de Syd Barrett, y la música electrónica; Boogarins utiliza una amplia gama de efectos electrónicos, por aquí y por allá, tal como en la canción “Nós”, para añadirle un toque contemporáneo a su trabajo, y desarrollar aún más la textura de sus canciones.
“Desandar” es otro trabajo ameno y relajante; incluye círculos en la guitarra, solos que suben y bajan, deambulando por la rola despreocupadamente, construyendo la ligereza inherente en el rock de Boogarins. A veces se olvida uno que esta es una banda de rock, y la sensación generalizada posterior a Sombrou Dúvida es como si uno hubiera estado escuchando lounge o chillwave. Esa calma puede ser desesperante para algunos que quieran algo más pesado (“¡que viva el raaaaack!”), pero para la playa o un domingo de flojera en el depa, aquí está tu nuevo soundtrack.
9
Independiente / 2019
03/May/2019
Hoy en día, pocas bandas mexicanas pueden ser consideradas exponentes del rock alternativo. Me refiero al verdadero género en el que predominan los riffs llamativos y las baterías potentes que se puede escuchar en bandas como Apolo, Serbia, División Minúscula y Bengala, no del pop disfrazado de rock que desde hace tiempo es un éxito en grupos como Zoé, Costera, Reyno y Camilo Séptimo.
En esa lista del rock alternativo entra BETA, proyecto integrado por Blas Cernicchiaro (guitarra y voz), Álvaro Contreras (guitarra), Arturo González (bajo) y Julián André (batería), que el pasado 26 de abril estrenó Segunda Piel, su tercer material de larga duración, producido por el argentino Camilo Froideval, mezclado por el mexicano Herman Nunes y grabado en Topetitud Estudio por el también argentino Ricardo Acasuso, quien ha trabajado con bandas como Grouplove y Rey Pila.
En esta nueva producción discográfica se nota una madurez musical en lo melódico, armonioso, vocal y lírico. Atractivos guitarrazos, vibrantes bajos, intensas baterías y soberbias vocales imperan en un álbum cuyo nombre nace por la idea de Blas de que el prójimo es tu segunda piel y la importancia de ayudar a los demás al ponerse en su lugar.
En Segunda Piel, el cuarteto poblano aborda temas como lo efímero de los momentos, resistir y salir avante ante lo adversidad, reconocer y aceptarse a uno mismo y sobre todo, darse cuenta que, aunque suene trillado, la unión hace la fuerza.
Dicho esto, el disco abre con “Yo Fugaz”, enérgico sencillo lanzado en 2018 y se basa en lo que dejaron los sismos de septiembre 2017: meterse en la piel del otro para ayudarlo en la tragedia y entender que de un instante a otro todo puede acabar. “Decidir resistir, soy temporal y estaré bien. Decidimos resistirnos, espontáneo, singular, ¡soy... fugaz!”.
Las frases “Es la unión que salva/Si resistes, persistes” y “De cada espacio de mi ser tú formas parte, tú ya eres parte de mí” en “Fantasma” y en “Memoria Muscular”, respectivamente, son la prueba de que la unión y el apoyo entre las personas es vital. En “Salvador”, una envolvente batería y un seductor rasgueo de guitarra marcan el inicio de una pieza que trata sobre dejar ir en una relación (de cualquier tipo) enfermiza. Lo opuesto se escucha en la serena “Colores”, que habla sobre los errores, pero deja en claro que a pesar de ellos, los aciertos y los buenos ratos pesan más.
Los primeros segundos de “Celestiales” evocan en todo sentido a las bandas Death From Above 1979 y Royal Blood. Sin duda, el tema con mayor ímpetu en el material. En “Firmamento”, las partes “No somos eternos, lo saben mis huesos" y “Sólo somos momentos, ten tus ojos abiertos” ejemplifican de forma puntual aquello de lo pasajero de las cosas.
Las canciones restantes pueden concebirse como una sola al mantener la misma línea discursiva, pues en ellas, los espejos juegan un papel muy importante. La suave “Frágil” (“Mi vida es frágil, pero brilla al verme”) hace alusión a la fragilidad de la vida y cómo al verse por dentro, uno puede encontrar la fuerza para brillar. La cadenciosa “Segunda Piel” (“Viendo espejos no hay culpables, mantente fiel, sabes que lo que eres tú soy yo”) y la frenética “Ven a Buscarme” (“Cámbiame por espejos, quiero ver los reflejos de mi piel y saber quién soy”) se centran en la autoexploración y autoaceptación sin sentir culpa.
Segunda Piel supera, aunque no por mucho, a su antecesor (Medusa, 2016). Lo que es un hecho es que este disco no solo se trata del más maduro en la carrera de BETA, sino que además, es la prueba fehaciente de que el rock mexicano no ha muerto.
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Avisos