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Bonnie “Prince” Billy – Pond Scum

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Bonnie “Prince” Billy – Pond Scum
Bonnie “Prince” Billy – Pond Scum

Domino / BBC Recording / 2016

Artista(s)

Bonnie "Prince" Billy

Pond Scum y sus ecos de guitarras de madera para el alma

Una guitarra acústica puede ser suficiente para destruir al mundo o reunificar un alma cuarteada por las inclemencias de la vida. Viejos sabios y solitarios que descubren ser ángeles vagabundos se glorifican con sus arpegios y sus sabias frases. “(I Was Drunk At The) Pulpit” es una muestra más de la calidez que Bonnie “Prince” Billy provoca con sus creaciones, aunque nos haga sentir frente a un bote de basura ardiendo en un sombrío callejón. Así inicia Pond Scum, un compilado de temas grabados con John Peel como testigo para sus inmortales sesiones en vivo desde BBC Radio 1.

“Death To Everyone Death To Everyone” parece decir el panorama noticioso mundial. De nuevo, el eco de la guitarra enaltece el drama de la vida. Coros difusos complementan la letanía pagana. “Arise, Therefore”: a pesar de la inmundicia uno tiene que sonreír, acordes honestos como este nos alientan y le dan justo valor a la simplicidad de las voces.

“Jolly Five” está compuesta al modo del viejo country,  con el eco de las montañas solitarias donde se esconden los lobos y se inspiran las historias, el olor del tabaco más puro, el aguardiente para sofocar el frío. “Beezle”: pieza para evocar la bruma cegadora de los días complicados, el rasgueo a las cuerdas con los dedos y su reverberación. “Jolly One (2-15)” como versículo del libro de una vida disparatada y hambrienta de crear, el viejo Will Oldham concretando su condición de alma atormentada. Se deja en claro que los trovadores son superficiales y los compositores cada vez hacen menos esfuerzo.

“When Thy Songs Flow Through Me”: alabanza a la inspiración. “The Houseboat (O How I Enjoy The Light)”: la voz que no se trabaja, que sufre y se desgasta. “Trudy Dies”: todos nos iremos un buen día, sólo pocos dejarán legados tan interesantes como este disco. “The Cross”: tema original de aquel que también se hace llamar Prince, la voz que aúlla ante el eco que provoca la madera moldeada de la guitarra acústica.

“Stable Will” sirve para entender por qué incluso Johnny Cash decidió alguna vez hacer un cover del extraño Bonnie: lo oscuro y simple, el luto permanente, el folk como forma de vida errante, la adversidad como catalizador y la música como salvación. “The Idol On The Bar”: como decía Charles Bukowsky: “el alcohol es la sangre de los cobardes”, pero también la cura. 

Bonnie “Prince” Billy vuelve a dignificar su alteza en su reino de inmundicia, donde la luz de la creatividad sigue dando esperanzas para todos.