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Play It Again Sam / 2019
¿Hay algo más bueno que el chocolate belga? Probablemente su país, su gente y, sobretodo, su música. El año comienza fuerte con noticias emocionantes y lanzamientos muy esperados, con bandas buscando renacer y algunas otras buscando redefinirse. Este 25 de enero, Fever, de la banda belga Balthazar, saldrá por fin a la venta y sus 11 temas, tan diversos como los integrantes de la banda, lo ponen ya como uno de los mejores discos del año, por su variedad y la audacia mostrada por los europeos. De nuevo, el disco lo produjeron Maarten Devoldere junto con Jinte Deprez, ambos integrantes de Balthazar; cuatro adelantos han sido ya lanzados, uno por mes, desde que “Fever”, la que le da el nombre al LP, fue lanzado en octubre pasado.
La invitación a la lista la pone “Fever”, el primer sencillo del disco y que pisa fuerte con guitarras agresivas y letras sensuales y estridentes; el video fue filmado en Kortrijk, una ciudad bella situada en la frontera con Francia. Como si anunciaran su propia evolución, “Changes” incluye coros con ritmos variados, casi como la música relajante para tomar un baño, con sintetizadores suaves, pero bien marcados.
“Wrong Faces” entra en el soul y el rock de The Doors, con bajos pausados y el alto rango de las trompetas y violines, además de la agradable sorpresa de escuchar chasquidos esporádicos en el fondo; “Whatchu Doin’” es la nota dulce entre lo salado, pues destaca lo distinto que se siente tener un track R&B en medio de un álbum que, hasta ese entonces, pareciese monotemático; un solo de guitarra bastante prometedor y la línea de retro romance son las características de esta canción.
Con voz rasposa, pausada y sugerente a la sensualidad se da comienzo a “Phone Number”, con ritmo tan suave como la seda, que abre su contenido a la música sexy llena de coqueteo; el violín y la sorpresa del ukelele durante su desarrollo son de destacarse. Un cambio de frío y calor se da con la transición a “Entertainment”, una canción de estadio, aquella típica pop song que coquetea con el amor y la pérdida, pero sigue expresando felicidad e ideas positivas, no deja de hacerte bailar y los silbidos como recurso la hacen pegadiza; ésta es el segundo sencillo del álbum, y no pasará mucho tiempo en estar en los oídos de todos.
Una promesa de pareja que todos queremos escuchar es “I’m Never Gonna Let You Down Again”, con letras amorosas acompañadas del blues rítmico de los 80, un solo prometedor que da espacio a la relajación. “Grapefruit” me hizo recordar al electro pop de los 90 de Bloodhound Gang, pero manchado con sonidos siniestros, sumergido en la psicodelia que los violines se encargan de dar.
“Wrong Vibration” hace una transición suave y se presenta con dramatismo, con un bajo pesado de inicio y que la pone como una canción oscura y rítmica; en “Roller Coaster” aparece la batería como instrumento dominante, al igual que las guitarras, que se van modificando e incluso se acompañan de un sitar; el ritmo hace recordar a The Funeral de Arcade Fire. El álbum cierra con “You’re So Real”, una canción que, de nuevo, pareciera ser pop rock y al final sorprende por su transición camaleónica a jazz y blues; con un solo de sax que no se pierde, hace que el track final sea completamente inesperado.
Fever se posiciona como uno de los favoritos de este año por la crítica; es el álbum con mayor diversidad de Balthazar hasta ahora, es un disco de Indie-pop sofisticado que los llevará a establecerse como una banda importante, presenta componentes fuertes y variantes contemporáneas, además de elementos sorpresivos que complementan.